| EFE – BRUSELAS

Cientos de foráneos exigen flexibilidad en las leyes para los inmigrantes.

Las asociaciones de inmigrantes sin papeles en Bélgica aprovecharon la atención suscitada por la liberación de la pequeña Angélica Loja y su madre Ana Cajamarca, para llamar a la unidad de sus compatriotas en la lucha por que el Gobierno belga flexibilice su normativa sobre inmigrantes.

Un centenar de ecuatorianos lo reivindicó el pasado viernes así en un acto celebrado en la iglesia Santa Helena, de Bruselas, donde hace un año una veintena de inmigrantes irregulares de esta nacionalidad inició una ocupación y que se ha convertido en uno de los puntos de encuentro y reunión de la comunidad ecuatoriana.

La ocupación de la iglesia  se dio  el pasado 13 de junio por  iniciativa de la UDEP (Unión de Defensa de los sin Papeles), en particular por latinos.

Los vecinos de la iglesia presentaron su voluntad de apoyar a los sin papeles que tomaron ese lugar y ambas comunidades participan en las actividades organizadas por el barrio.

Mientras, un nuevo reporte médico fue realizado a Ana Cajamarca. Este nuevo certificado corrobora aquel que el lunes le hiciera un médico para constatar que fue víctima de la violencia durante el proceso de expulsión, un hecho en el que según la Oficina de Extranjería aseguró después del primer momento “ no existió”.

Este nuevo reporte confirma los hematomas en las muñecas, en el tórax, en el pie, en las rodillas  y será parte de las pruebas para que el juzgado esclarezca lo acontecido 10 horas antes de la hora oficial de la deportación de las ecuatorianas.

“Con ese reporte, el juez llamará a declarar a todos los que se encontraban el lunes con las dos ecuatorianas”, comenta el abogado.

La situación de Angélica y su madre se encuentra en suspenso, pero las acciones que buscan liberar a los niños encarcelados en prisiones de las zonas sin derecho continúa.