pamplona. María Antonia Amador Jiménez, de 52 años, falleció a las 3 horas de la madrugada de ayer en la UCI del Hospital de Navarra, donde permanecía ingresada por un traumatismo craneoencefálico y un derrame cerebral que sufría, tras recibir un golpe durante un altercado en el barrio pamplonés de la Rochapea entre una treintena de personas y siete agentes de la Policía Municipal.

A la mujer, de etnia gitana, se le realizó ayer la autopsia para determinar las causas de la muerte, que pudieron verse agravadas debido a su estado de salud, ya que había sido trasplantada con anterioridad. Amador Jiménez se vio involucrada, cuando volvía a su casa, en una reyerta el pasado 28 de julio en la calle Garde, dijeron sus familiares.

Sobre la una y media de la mañana del sábado, efectivos de la Policía Municipal se desplazaron a la zona tras recibir una llamada que alertaba de la pelea. Según señaló en su momento, Patxi Fernández – director del área de Protección Ciudadana – los agentes fueron a separar a los ciudadanos que estaban peleándose y en el momento en el que iban a identificarlos, les agredieron. Mencionó también que al verse rodeados pidieron refuerzos. La intervención se saldó con cuatro detenidos, entre los que estaban el marido de la víctima, Paulino Jiménez de 53 años, y el hijo de 30 años de ambos, Miguel Ángel Jiménez.

Desde ese día, la mujer permanecía ingresada de gravedad en la UCI. La familia Jiménez Amador interpuso el día después del suceso una denuncia judicial contra la persona que agredió a María Antonia. Los querellantes afirmaron que los hechos sucedieron cuando la familia regresaba a su casa. Entonces, los agentes se encontraban disolviendo la pelea por lo que Paulino se acercó ya que una hija vive en un portal cercano, dicen. Al espetarles a los agentes para que no golpeasen a un conocido, los agentes cargaron contra él y después, contra su mujer y su hijo, explicaron. >d.n.