Las críticas no me interesan. Si la gente quiere hablar, que hable

El Universo, Sofía Guerrero, 05-08-2007

| LOVAINA, Bélgica

Desde Bélgica, donde vacaciona junto a sus hijos, Anne Malherbe de Correa hizo noticia al reclamar por la detención de una niña inmigrante ecuatoriana. En esta entrevista aborda ese y otros temas de actualidad.

Anne Malherbe,  esposa del presidente del Ecuador, Rafael Correa, está con sus hijos de vacaciones en Bélgica, su país natal. Desde Lovaina, La Nueva, ella habla de las razones por las que no quiere ni tiene el título de Primera Dama como las otras. También se refiere al reproche que hizo sobre las políticas de migración en su país y a la reacción del gobierno de Bélgica, a propósito del encarcelamiento de la niña Angélica Loja, inmigrante ecuatoriana que fue detenida junto a su madre en esa nación Europea. Sus vacaciones no han pasado  desapercibidas.

Seis meses después, ¿cómo definiría su vida como esposa del Presidente?
Como la misma de siempre.  No es porque mi esposo es presidente que la tengo que cambiar. Soy una madre de familia de tres niños. La preocupación más importante es mi familia y luego mi  trabajo, por el que me esfuerzo de hacer lo mejor que puedo. Me gusta mi trabajo. Trato de hacer lo mejor con mis hijos y eso me hace feliz.

¿Cuál es su mayor ideal?
El de la familia. Creo que cada uno nace para hacer una cosa, pero si hay la fuerza de la unión familiar, eso impulsa a la persona a lograr lo que quiere.

Cuando conoció a Rafael Correa, ¿ya era un apasionado por la política?
Sí, lo conocí así, hablando de su país. No me sorprendí, porque las cosas vinieron poco a poco. En Estados Unidos me di cuenta de que él hacía su doctorado para volver a Ecuador y no pensó en quedarse.

¿Cómo se sintió usted al llegar a un país nuevo?
Claro, fue muy duro. No son las mismas circunstancias de los inmigrantes sin papeles, pero yo sé que  salir del país es duro, yo sufrí mucho. Fue difícil adaptarme. Sobre todo porque Rafael enseguida empezó sus peleas en un ministerio, a denunciar las cosas que había visto y yo recién llegando allá sin saber el español ni nada.

¿Se cansó en algún momento? ¿Cuál era su temor?
Claro que sí. También había días en los que yo también estaba cansada y con miedo también porque Ecuador para nada  me parece un país justo. Entonces me parecía que cualquier cosa podía sucederle.

Hay supuestas amenazas de un posible atentado contra Correa.
Hay que vivir con ese miedo de todas maneras. Yo creo que él se arriesga mucho y que las cosas no van a cambiar. Rafael está en una posición de riesgo y hay que tratar de olvidarse del temor y ojalá se cuide un poco más. Me gustaría tratar de evitar ciertas situaciones.

Se dice que a  usted la seguridad le molesta.
Allá sí, pero no es que me molesta. Es incómodo que doce personas lo sigan a uno a todo lugar. Uno pierde la intimidad y por los niños más que todo. Tengo una hija de 13 años  y, bueno, es una edad en la que uno no tiene ganas de que alguien la vea todo el tiempo.

¿Esta seguridad ha alterado la vida familiar con los niños?
Más que todo, con Rafael. Los niños ya no quieren salir con él, porque la  gente se amontona encima de él, y a los niños les frustra eso. Claro, porque ya no pueden hablar ni nada con él.

¿Por qué no se la ve más cerca del Presidente o en un cargo?
Rafael no necesita ahí al lado una muñeca, si la gente tiene dudas sobre nuestra relación. Estar bien no es estar al lado. Mira, hay tantas esposas de presidentes que están siempre al lado y cuando regresan a la casa, cada uno a su cuarto. Es normal que no siempre esté a su lado, porque estoy con los hijos o el trabajo, pero cuando Rafael  regresa a la casa estamos muy bien todos.

¿No le interesa colaborar con el gobierno de su esposo?
No  es que no me interese, pero es que no me corresponde trabajar en el Gobierno. Si alguien hizo una formación o se preparó, esas son las personas llamadas a hacerlo. Yo no estoy preparada para trabajar en un gobierno.  Eso no quiere decir que no me importa, son dos cosas totalmente diferentes.  Así es  la esposa del presidente y ya. No sé cómo explicarlo.

¿Cuál es el apoyo que usted le da a su esposo?
En todo sentido. En Estados Unidos, eso fue bien difícil. Siempre trabajé para apoyarle. Cuidé los niños mucho y, bueno, eso le permitió hacer las cosas. Ahora yo lo conozco y sé lo que él necesita también.  El necesita saber que sus hijos no están abandonados. No es tan sencillo, no voy a abandonar a mis propios hijos para ir a jugar o aparentar una primera dama.

¿Qué opina de las confrontaciones de Correa con la prensa?
No lo sé, no quiero dar mi opinión de eso, es mejor que me pregunten sobre los productos en el Supermaxi, pero no voy a responder cosas de las que no conozco. No me importa.

Pero ¿usted lo aconseja, le pide evitar confrontaciones?
En la mañana cuando yo sé que tiene una cosa importante:  (le digo) “Trata de no enojarte”, cosas así, y me mira y se sonríe nomás, él se conoce.

¿Qué piensa de situaciones como, por ejemplo, cuando el Presidente preguntó a la audiencia en la que estaban jóvenes cómo se llama el mástil más alto de un barco, para que respondan (verga) una palabra que es considerada un insulto en el país?
(Se ríe). Rafael siempre dice lo que piensa y claro que  no tiene una gota de diplomacia en su discurso, pero al final, yo creo que es mejor así para  hacer avanzar las cosas.

Y sus hijos, ¿qué piensan?
No lo van a cambiar, y toda la gente que trata de calmarlo pierde el tiempo. Mis hijos se ríen de eso, pero lo apoyan, son así también.

¿Cómo les explica a sus hijos las noticias sobre su padre?
Mis hijos no escuchan las noticias en la televisión. Prefiero que no se llenen la cabeza con eso, porque les va a afectar más después. Pero sí hablamos de eso y sí saben más o menos.

Hay rumores que dicen que usted se cansó de la situación… ¿eso es cierto?
No, mira, soy belga, vengo de vacaciones. Ahora andan diciendo… No, noooooo. Sinceramente no me importa. Prefiero no escucharles y si a la gente le gusta hablar de eso, que ocupen su tiempo con eso, que hablen nomás. Eso no me importa mucho. Yo tengo una buena relación con mi esposo, estoy siempre en contacto. Él no está porque está trabajando. Pero ¿cómo va a  estar aquí?, si estaría aquí sería criticado en Ecuador, entonces no tiene nada que ver.

¿Cuál fue su reacción en el caso de la niña Angélica Loja, detenida junto a su madre como inmigrantes en Bélgica?
Uno no puede quedar insensible en eso. Me fui a verla y yo dije lo que había visto y nada más. Aquí se presentó un caso (Angélica Loja), justo una ecuatoriana. Yo dije lo que yo sentía en ese momento, no hice nada más.

Después de su participación en este caso, ¿Se abre una posibilidad de trabajar en el Innfa?
No, no tiene nada que ver. Aquí yo supe que una niña ecuatoriana estaba ahí, en la cárcel, cómo la iba a ignorar. El Innfa no tiene nada que ver con eso. Sobre el Innfa hemos hablado con Rafael y él no quiere que sea una institución que regala de vez en cuando. Lo que quiere es un sistema social pensado para todos. El Innfa tiene que estar en las manos de gente que sabe hacer algo y yo ni siquiera conozco bien los problemas del Ecuador.

Si el gobierno de Correa le pide ayuda, como profesora, ¿podría usted ayudar a una reforma en la educación?
Sí, claro. Sí, sí, y puedo ayudar, eso siempre lo dije. Pero para eso hay que esperar un poco de tiempo a que las cosas políticas se tranquilicen y si hay como trabajar, sí. Seguiré haciendo todo como lo hice y si Rafael me pide que lo ayude, lo haré, pero es él quien tiene que preguntármelo y nadie más.

¿Cómo evalúa el trabajo de su esposo?
Rafael no va a fallar a la gente ecuatoriana. Es el objetivo de la vida de él y va a hacer todo lo posible para hacer un cambio positivo.

¿Rafael Correa también confronta dentro de casa?
En la casa no es así, para nada. No, porque felizmente tenemos una buena relación y no hay conflictos. Claro que cada pareja tiene sus problemas, pero no tenemos problemas graves, no hay conflicto entonces, no.  Soy yo, creo que yo soy la  más dura en la casa.

Muy personal

Anne Malherbe

EDAD
37 años

LUGAR DE NACIMIENTO
Bélgica

PROFESIÓN
Educadora

EMPLEOS
Fue profesora de tercer año básico del colegio La Condamine, además dictaba clases de Educación Física dos horas a la semana.

FAMILIA
Tres hijos: Sofía (13 años), Anne Dominique (9 años) y Rafael Miguel (4 años).

Ocupación
Madre de familia

Lugar de RESIDENCIA
Quito. Actualmente vacaciona con sus hijos en Bélgica.

Idiomas
Habla el francés y el español.

“Yo tengo una buena relación con mi esposo, estoy siempre en contacto. Él no esta aquí (Bélgica) porque está  trabajando”.

“Yo no estoy preparada para trabajar en un gobierno.  Eso no quiere decir que no me importa”.

 

Texto en la fuente original
(Puede haber caducado)