comunidad valenciana

El verano del inmigrante

Miles de extranjeros son empleados en verano como camareros, socorristas o hamaqueros, puestos que los españoles rechazan

Las Provincias, M. J. C., 05-08-2007

Miles de extranjeros son empleados en verano como camareros, socorristas o hamaqueros, puestos que los españoles rechazan El sol, la playa y el verano son, para muchos inmigrantes, sinónimo de trabajo y largas jornadas sin descanso. Si hay labores que están ocupadas casi exclusivamente por inmigrantes, en verano todavía más. Jorge es boliviano y trabaja de hamaquero en la playa de la Malvarrosa de Valencia. “Es muy duro pasar casi doce horas al sol, arrastrando hamacas y caminando por la arena”, dice. En la empresa para la que trabaja están empleados solamente tres españoles. El resto son inmigrantes. “60 en total”.

Jorge lleva cuatro años en España con su familia y Víctor solamente tres meses. “Lo que dura la temporada de verano. Después me vuelvo a Argentina”. Víctor trabaja de relaciones públicas en una discoteca por la noche y de socorrista en la playa de día. “Se trabaja mucho, pero saco una buena diferencia que me permite vivir mejor en mi país”.

Trabajar al sol es quizás la cruz de la mayoría de los inmigrantes. Fernando es ecuatoriano y trabaja en la construcción. “En verano el calor es insoportable y se pasa muy mal, pero es trabajo y hay que aguantar”, dice Fernando.

Los camareros, sobre todo en las zonas turísticas de la Comunitat, también son inmigrantes en su mayoría. “Los españoles no quieren trabajar, pero a mí me interesa porque se puede ganar mucho dinero para poder enviar a mi familia en Argentina”, dice Nelson, un bonaerense de 28 años.

Muchos inmigrantes ya arraigados en España disfrutan sobre todo del sol y la playa. Cintia tiene vacaciones en agosto y este mes lo pasará bronceándose. “Me encanta la costa de la Comunitat Valenciana y creo que no hace falta viajar para disfrutar de las vacaciones”.

A Milo, libanés de nacimiento, le gusta más la montaña y mañana se irá con unos amigos a una casa rural en el interior de Valencia. Pero la mayoría de inmigrantes aprovecha las vacaciones para viajar a sus respectivos países de origen y visitar a sus familiares.

Nelson espera volver el próximo mes de octubre, cuando acabe la temporada. “Tengo muchas ganas de irme, aunque algún año me gustaría viajar por España para conocer mejor el país”, asegura. De momento, cubre los puestos de trabajo que los españoles rechazan. Como miles de inmigrantes.

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