El precandidato presidencial republicano John McCain respaldó una propuesta reducida que pide regulaciones estrictas para poner fin a la inmigración ilegal y no incluye la posibilidad de que los beneficiarios se nacionalicen.

Este es un giro de 180 grados si se tiene en cuenta que el senador federal por Arizona fue quien encabezó la promoción de una medida migratoria integral que incluyó un programa de trabajadores huéspedes y que hubiera legalizado a muchos de los cerca de 12 millones de indocumentados que viven en Estados Unidos. Todavía podemos mostrar al pueblo estadounidense que tratamos seriamente la seguridad de nuestras fronteras, dijo McCain, y agregó que la nueva propuesta proveería un paso esencial para lograr la reforma integral en el futuro.

La postura migratoria de McCain ha sido un punto débil de su campaña entre los votantes republicanos y afectó negativamente sus esfuerzos por recaudar fondos. Otros aspirantes republicanos a la presidencia, legisladores copartidarios de Arizona y oponentes en el tema migratorio han criticado su postura. La nueva propuesta haría estar en el país ilegalmente un delito grave menor y aumentaría el castigo para quienes reingresan y han sido deportados. Requieren que los inmigrantes ilegales que cometan un delito grave sean encarcelados hasta ser deportados.