El Ayuntamiento contabiliza 40 inmigrantes del cauce en albergues Mientras sigue el tapiado de los acceso de la antigua nave de Macosa, en el futuro parque Central, el Ayuntamiento mantiene el seguimiento de aquellas familias desalojadas hace escasas fechas y que aceptaron la ayuda municipal. Treinta personas, entre adultos y niños, se mantienen en hostales pagados por la Administración, indicaron ayer fuentes conocedoras del proceso.


Durante el desalojo se contabilizaron más de un centenar de personas, aunque la mayoría prefirieron marcharse con familiares o a otras naves cercanas. En Macosa se recogieron 400 toneladas de residuos, acumulados durante años.


Esta situación de insalubridad total movió a la limpieza urgente, aunque fue un informe del Grupo de Menores de la Policía Nacional lo que determinó el desalojo. Los agentes constataron el riesgo de muerte para los niños, debido a la falta de seguridad en el inmueble.


Zonas altas sin barandilla, fragmentos de cristales esparcidos por el suelo (muchos niños iban descalzos) y la posibilidad de infecciones por la basura hizo organizar el desalojo y traslado posterior de las familias a unos hostales conveniados con el Ayuntamiento.


No obstante, las mismas fuentes indicaron ayer que sólo unos pocos aceptaron la ayuda. La concejala de Bienestar Social, Marta Torrado, comentó entonces que la estancia sería por tiempo ilimitado, a la espera de estudiar cada caso concreto.


El Ayuntamiento ya forzó la limpieza de una nave cercana, también dentro del parque Central. Ahora, algunas de estas familias han ocupado de manera ilegal un tercer inmueble, por lo que se ha abierto otro procedimiento para su desalojo y limpieza total.


La sociedad pública Parque Central adjudicó hace unas semanas el proyecto de demolición de las naves, debido a que la parte trasera del solar será utilizado durante las obras ferroviarias de la línea de alta velocidad Madrid – Valencia.


En este adelantó también pesó la ruina del inmueble. La intención es demoler las fábricas a finales de este año, para cumplir así el calendario de la línea de alta velocidad.


Por otro lado, los técnicos de Bienestar Social también realizan un seguimiento a los inmigrantes que dormían en un campamento en el viejo cauce, debajo del puente de las Glorias Valencianas. En total, 40 personas siguen en albergues de la ciudad, según las mismas fuentes.


La idea, al igual que en el caso anterior, es que el tiempo de estancia no tenga un límite de tiempo, sino que cada caso se pueda resolver tras un estudio por parte de los técnicos.


En lugar del campamento de inmigrantes , este espacio será ocupado por un gran estanque, ahora en obras y que estará acabado este otoño. En los últimos meses, el asentamiento provisional había superado el centenar de personas, que acumulaban todo tipo de enseres, colchones y hasta cocinas de gas en el jardín público.