A partir del lunes próximo, EE.UU. requerirá una segunda prueba de ADN para verificar que los niños que se entreguen en adopción a familias de ese país son los mismos que la madre biológica ofreció desde el inicio del trámite.

Actualmente, para conceder visa de inmigrante al menor, la embajada estadounidense requiere la comparación del ADN (información genética) con el de la madre que cede al niño, para iniciar el proceso de adopción.

A partir del 6 de agosto próximo, se requerirá otra de esas pruebas al final, para comprobar que se trata del mismo niño.

“La embajada implementará esta práctica en respuesta a preocupaciones sobre el proceso de adopción sin regulación en Guatemala. Se aplicará un extraordinario nivel de escrutinio en los casos que se tramiten en ese país”, se anunció ayer, en un comunicado.

En las últimas semanas, se han incrementado las denuncias de robo de niños, supuestamente para darlos en adopción, lo cual algunos sectores atribuyen al hecho de que, a partir de enero del 2008, los requisitos para ese trámite serán más estrictos.

El Gobierno de EE.UU. aplaude, además, en el documento, los esfuerzos del país por reformar los procesos de adopciones, para ajustarlos al Convenio de La Haya, ratificado en mayo recién pasado, y ofreció apoyo técnico.

Para cumplir con ese tratado internacional, que cobrará vigencia el 1 de enero del 2008, el Congreso debe aprobar una ley de adopciones. Según Rolando Morales, presidente de la Comisión legislativa del Menor, la mayor dificultad estaría en definir quién será la autoridad central para regular los trámites.

“Tenemos cuatro opciones: la Secretaría de Bienestar Social, la Procuraduría General de la Nación, una nueva institución o la Cancillería. La próxima semana trataremos de decidir”, comentó. Esa última institución fue propuesta por expertos de la Conferencia de La Haya en Derecho Internacional Privado, que visitaron el país la semana recién pasada, y urgieron la aprobación de la ley de adopciones.

Entre las sugerencias que dieron está que no sea sólo una entidad, sino que se integren varias, coordinadas por el Ministerio de Relaciones Exteriores. El objetivo de la coordinación es garantizar que las adopciones serán el último recurso, ya que antes se debe atender a la familia en riesgo, y en beneficio del menor.

Se debe garantizar que no habrá beneficios económicos, en ninguna de las fases del proceso de adopción.

Normativa

El Congreso ratificó en mayo último el Convenio de La Haya sobre adopciones.

Para aplicarlo debe haber una ley en la materia. Una iniciativa fue aprobada en dos lecturas y se estancó.

La próxima semana, legisladores buscarán acuerdos para decidir qué institución regulará las adopciones y aprobar la ley.

Según el Convenio, esa entidad establecerá que el niño es adoptable y autorizará la adopción internacional después de agotar alternativas nacionales y verificar que responde al interés superior del niño.