Peleó con uñas y dientes
La Guardia Civil interroga a un hombre de origen rumano como posible coautor del asesinato de Fernanda
Canarias 7, , 03-08-2007Fernanda murió a las pocas horas de su secuestro y violación el jueves pasado. Su presunto asesino, un colombiano de 28 años, confesó la madrugada de ayer dónde enterró su cuerpo. No dio detalles de cómo la mató y al principio negó su participación, pero el cuerpo apareció en el lugar que indicó. Los equipos de rastreo habían pasado tres veces por allí.
El todoterreno, un Dodge pick up de color azul metalizado, fue la clave para la detención la tarde del miércoles del asesino confeso de Fernanda Urzúa, cuyo cuerpo sin vida fue localizado la madrugada de ayer enterrado en una zona que había sido rastreada hasta tres veces por los miembros del operativo de búsqueda de la menor de 15 años desaparecida desde el jueves pasado.
El general jefe de Zona de la Guardia Civil de Canarias, Miguel Martínez, y el teniente coronel jefe de la Comandancia de Santa Cruz de Tenerife, Ricardo Arranz, junto al delegado del Gobierno, José Segura, explicaron ayer que el supuesto autor de la «detención ilegal, agresión sexual y asesinato» de Fernanda, Héctor Fabio Franco Giraldo, de nacionalidad colombiana, residía en El Fraile (Arona) y contaba con antecedentes policiales por otro delito sexual cometido hace cinco años en la isla.
La Guardia Civil de Playa de las Américas interrogaba ayer a otro hombre, de nacionalidad rumana, que podría estar relacionado con la desaparición de Fernanda. Los agentes están convencidos de que el rapto y posterior violación y muerte de la menor no fue obra de un sólo hombre, «porque la chica peleó con unas y dientes», aseguran fuentes cercanas a esta investigación.
Los criminalistas llegados desde Madrid el pasado sábado registraron el miércoles el vehículo el sospechoso durante más de diez horas y hallaron en él «dos objetos» determinantes para la investigación, un pearcing que Fernanda llevaba en la nariz y un pendiente pequeño de los múltiples que portaba en la oreja. Las amigas de la menor y sus padres los reconocieron. Pero, además, otros indicios hallados en el todoterreno y en el cuerpo de Fernanda son los que hacen sospechar a la Guardia Civil que fue más de una persona la que participó en el crimen. El general Miguel Martínez anunció ayer por la mañana la inminente detención de un segundo individuo. Tanto el súbdito colombiano como este segundo hombre y hasta un tercero, según los testimonios recogidos frente a la comisaría de Playa de las Américas, estaban siendo interrogados ayer.
De madrugada.
La detención del colombiano se produjo en torno a las seis de la tarde del miércoles, pero no fue hasta las cuatro y media de la madrugada del jueves cuando reconoció, «después de negar su participación», que mató a la menor. El supuesto asesino llevó a la Guardia Civil al lugar donde la había enterrado, al margen de la carretera que une Guargacho con la urbanización Palm – Mar, a poco más de un kilómetro del camino donde desapareció la joven.
El cuerpo de Fernanda estaba «bien escondido, tapado con tierra y piedras y oculto detrás de grandes matojos», por eso ni los perros ni los rastreadores dieron con él en toda una semana, dijo ayer el general Miguel Martínez. La Guardia Civil sospechó desde el pasado sábado que Fernanda no había salido de la zona donde fue secuestrada y que probablemente su secuestrador «se habría desecho del cuerpo en las proximidades». Los agentes se basaban en que los controles de tráfico en la zona son muchos y exhaustivos, «y el sospechoso lo sabía».
En las próximas horas Héctor Fabio Franco pasará a disposición judicial.
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