La Junta de Andalucía ha conseguido reagrupar con familiares que viven en España, como viene siendo habitual, a 21 de los 33 menores que fueron interceptados el martes, junto con otros 39 adultos, en una patera y que fueron conducidos a Almería.

La Consejería de Igualdad y Bienestar Social ha localizado a los familiares de otros cinco adolescentes de la misma patera, a los que estaba previsto entrevistar ayer para que también pudieran acogerlos. Mientras, los siete menores restantes han sido alojados en el antiguo cocedero de mariscos del puerto, lugar que ha sido utilizado habitualmente para este fin durante los últimos años – pese a no reunir las condiciones adecuadas – , debido al colapso que sufren los centros de menores de la Junta.

Este mismo verano, la Administración regional se ha visto obligada a desplazar a otras provincias a menores llegados en patera. Fue el caso de los 31 jóvenes que navegaban en una embarcación también el pasado martes junto a 31 adultos, localizada a 21 millas al sur de Almerimar (Almería). En ese caso, los menores fueron trasladados a centros de acogida inmediata de Motril (Granada), Córdoba y Málaga ante la saturación del dispositivo de atención a menores extranjeros no tutelados en la provincia almeriense.

Con estos 64 jóvenes llegados en patera el martes, han sido 178 los menores de edad interceptados en aguas de Almería a lo largo de julio. De ellos, al menos 88 han sido reagrupados con familiares que se encuentran en España. A todos les fueron realizadas las pruebas oseométricas que determinan casi con total seguridad su minoría de edad, puesto que son muchos los mayores que dicen no tener cumplidos los 18 años para no ser repatriados.

De hecho, la Junta de Andalucía no ha conseguido repatriar a ningún menor en los últimos cinco años, como reconocen sus responsables, que también critican la escasa colaboración del Gobierno marroquí y de su Consulado en Almería.

Colapso

El colapso en los centros de acogida, motivado por el aumento de menores llegados en patera en los últimos años, ha llevado al delegado de Igualdad en Almería, Luis López, a reconocer que el sistema está «reventado». Además, ha asegurado que muchos de los interceptados en julio no tienen «situación de desamparo» y obstaculizan la atención a los que están en riesgo.

Y es que, entre los jóvenes que han llegado el último mes de Marruecos, se encuentran hijos de funcionarios, policías y médicos, es decir, menores que proceden de familias sin problemas económicos. En algunos casos pertenecen a familias contrarias al régimen marroquí. Los responsables de la Junta han abogado por consensuar con Marruecos la repatriación de los menores a su país con sus familiares más próximos, puesto que permitir que se queden en España con parientes que se encuentran aquí trabajando incentiva los viajes en patera y provocar la saturación de los centros de acogida.