Ana Cajamarca mostró agresión policial

El Universo, Sofía Guerrero, 01-08-2007

| BRUSELAS

Bélgica. Las dos ecuatorianas narraron los hechos, mientras intentan arreglar su situación.

Angélica Loja, la niña ecuatoriana indocumentada que junto a su madre Ana Cajamarca fueron liberadas tras una orden judicial que el pasado lunes obligó a anular la expulsión de Bélgica, dijo que vivió un sueño por estar libre.

Sin embargo, indicó estar impactada por el maltrato por parte de la policía (que lo niega) en el traslado desde el reclusorio al aeropuerto. “Le hicieron daño a mi mamá en sus dedos y manos por las esposas, sangraba mucho su pie. Nos encerraron. Fue horrible”, narró tras agradecer el apoyo recibido.

Su madre mostró a la prensa las heridas que, dijo, le dejó el maltrato policial.

Los abogados de las ecuatorianas, Selma Benkhelifa y Valentin Henkimbrandt, denunciaron que tres policías las habían maltratado.

Las migrantes, que estuvieron un mes detenidas, agradecieron a quienes las habían ayudado a recuperar su libertad.

“Gracias a todos porque estoy en libertad”, dijo Ana Cajamarca dolorida por los golpes propinados por los policías.

“Gracias a todos, a los niños que me enviaron sus cartas. Gracias por hacer que ahora esté con mi familia”, expresó Angélica, quien recuperó su libertad camino a Holanda, a través de un recurso judicial inmediato y de extrema urgencia.

Benkhelifa, abogada de las ecuatorianas, explicó las agresiones sufridas por Ana.

Aunque la Oficina de Extranjería asegura que no hubo violencia en esa camioneta, madre e hija cuentan otra historia.

Benkhelifa dijo que, según las mujeres, desde la llegada al aeropuerto, antes de las 08:00, los agentes del centro quisieron forzarlas a subirse a un avión, cuando el vuelo previsto era diez horas más tarde. En ese momento Ana fue agredida al resistirse, dijo la abogada.

“Aunque la Policía Federal diga que esa no es su responsabilidad sino la de los policías de la Oficina de Extranjería, como nosotros no sabemos nada, la acción a seguir es poner una denuncia contra ‘x’, pues Ana y Angélica dicen que eran tres policías, pero ellas no saben qué clase de agentes eran”, añadió.

La Oficina de Extranjería subrayó que el personal del Centro Cerrado 127 Bis fue muy golpeado por la cobertura mediática. En un comunicado, la dependencia aseguró estar consciente de la dificultad del trabajo efectuado cada día y prometió hacer lo máximo para que la verdad sea restablecida en los medios.

Sin embargo, pese a que Angélica y su madre están en libertad, la Oficina de Extranjería pide que la expulsión sea considerada de validez actualizada.

Los abogados de las migrantes ahora fijan su tarea en comenzar el proceso de regularización.

La portavoz de la Oficina de Extranjería, Dominique Ermould, niega la posibilidad  de una respuesta afirmativa para que las ecuatorianas logren la regularización, puesto “que un niño sea escolarizado después de dos o tres años en Bélgica o que sea haya integrado a la sociedad, eso no es un criterio que justifique una regularización”.

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