Asesta policía duro golpe a pandillas de California

El Universal, J. Jaime Hernández, 01-08-2007

LONG BEACH, California.— En uno de los más amplios operativos antipandillas en Estados Unidos, más de 400 agentes de la policía participaron ayer en una redada para decapitar a los cabecillas de uno de los grupos más violentos en el sur de California.

La redada policiaca se realizó en un barrio de Long Beach llamado Ghost town (Ciudad fantasma) y se saldó con la detención de al menos 30 pandilleros y la incautación de gran número de armas y drogas. La operación, defendida por las autoridades policiales como “una gestión para recuperar un barrio violento” en poder del crimen organizado, se produjo en una de las zonas más temidas y en donde se libra una guerra sin cuartel entre pandillas hispanas y afroamericanas.

La Ciudad fantasma es considerada como uno de los más violentos y concurridos mercados de la droga, de la prostitución, de coches robados y tráfico de armas en el condado de Los Ángeles.

“El operativo se inició en la madrugada y todos los vecinos hemos visto con buenos ojos la detención de los líderes de la pandilla de los East Side Pain, que controlan el mercado de la droga en esta zona de Long Beach”, aseguró José Luis Álvarez, inmigrante de origen mexicano que ha padecido durante varios años los enfrentamientos entre los dos grupos de pandillas.

“Estamos hartos de las pandillas que utilizan incluso a niños para vender drogas. Estamos cansados de que los morenos (afroamericanos) nos acosen e incluso obliguen a familias enteras a mudarse de barrio bajo amenaza”, aseguró Álvarez.

La policía de Long Beach confirmó que en el operativo fue acordonada la zona, que fue asaltada por aire y tierra. Más de 400 elementos de distintas agencias policiales y antidrogas participaron en una redada en la que se derrumbaron puertas y se lanzaron granadas de gas lacrimógeno y pimienta.

“Teníamos identificados a los cabecillas y sabíamos dónde estaban sus escondrijos. Esta acción ha tenido como fin decapitar a los miembros de la banda East Side Pain, pero tenemos en la lista a otras pandillas”, confirmó el teniente Rubén de la Torre.

Corredor estratégico

La zona de Long Beach es considerada como un corredor estratégico para el tráfico de drogas y armas, ya que se encuentra en las inmediaciones del Puerto de Long Beach, el más importante de la costa oeste de EU.

El operativo dirigido por la Oficina Federal de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos levantó el recelo y suspicacia de algunos de los más importantes líderes latinos. El temor a una ampliación de las redadas antiinmigrantes disparó la señal de alarma entre algunos de ellos, que han denunciado que continuamente este tipo de operaciones sirven como fachada de redadas a gran escala contra indocumentados.

Pero después de realizar un recorrido por la zona acordonada por la policía en las inmediaciones de Wilmington y de la Ciudad fantasma, quedó en evidencia que el objetivo de la policía era detener a los líderes de la banda East Side Pain.

“Hemos comprobado que en la redada no intervinieron agentes de inmigración y aduanas. Se ha tratado de una operación estrictamente policial dirigida contra una de las pandillas más activas y peligrosas en Long beach”, aseguró el sacerdote Luis Ángel Nieto, de la Parroquia de Nuestra Sagrada Familia, en Wilmington.

LONG BEACH, California.— En uno de los más amplios operativos antipandillas en Estados Unidos, más de 400 agentes de la policía participaron ayer en una redada para decapitar a los cabecillas de uno de los grupos más violentos en el sur de California.

La redada policiaca se realizó en un barrio de Long Beach llamado Ghost town (Ciudad fantasma) y se saldó con la detención de al menos 30 pandilleros y la incautación de gran número de armas y drogas. La operación, defendida por las autoridades policiales como “una gestión para recuperar un barrio violento” en poder del crimen organizado, se produjo en una de las zonas más temidas y en donde se libra una guerra sin cuartel entre pandillas hispanas y afroamericanas.

La Ciudad fantasma es considerada como uno de los más violentos y concurridos mercados de la droga, de la prostitución, de coches robados y tráfico de armas en el condado de Los Ángeles.

“El operativo se inició en la madrugada y todos los vecinos hemos visto con buenos ojos la detención de los líderes de la pandilla de los East Side Pain, que controlan el mercado de la droga en esta zona de Long Beach”, aseguró José Luis Álvarez, inmigrante de origen mexicano que ha padecido durante varios años los enfrentamientos entre los dos grupos de pandillas.

“Estamos hartos de las pandillas que utilizan incluso a niños para vender drogas. Estamos cansados de que los morenos (afroamericanos) nos acosen e incluso obliguen a familias enteras a mudarse de barrio bajo amenaza”, aseguró Álvarez.

La policía de Long Beach confirmó que en el operativo fue acordonada la zona, que fue asaltada por aire y tierra. Más de 400 elementos de distintas agencias policiales y antidrogas participaron en una redada en la que se derrumbaron puertas y se lanzaron granadas de gas lacrimógeno y pimienta.

“Teníamos identificados a los cabecillas y sabíamos dónde estaban sus escondrijos. Esta acción ha tenido como fin decapitar a los miembros de la banda East Side Pain, pero tenemos en la lista a otras pandillas”, confirmó el teniente Rubén de la Torre.

Corredor estratégico

La zona de Long Beach es considerada como un corredor estratégico para el tráfico de drogas y armas, ya que se encuentra en las inmediaciones del Puerto de Long Beach, el más importante de la costa oeste de EU.

El operativo dirigido por la Oficina Federal de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos levantó el recelo y suspicacia de algunos de los más importantes líderes latinos. El temor a una ampliación de las redadas antiinmigrantes disparó la señal de alarma entre algunos de ellos, que han denunciado que continuamente este tipo de operaciones sirven como fachada de redadas a gran escala contra indocumentados.

Pero después de realizar un recorrido por la zona acordonada por la policía en las inmediaciones de Wilmington y de la Ciudad fantasma, quedó en evidencia que el objetivo de la policía era detener a los líderes de la banda East Side Pain.

“Hemos comprobado que en la redada no intervinieron agentes de inmigración y aduanas. Se ha tratado de una operación estrictamente policial dirigida contra una de las pandillas más activas y peligrosas en Long beach”, aseguró el sacerdote Luis Ángel Nieto, de la Parroquia de Nuestra Sagrada Familia, en Wilmington.

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