Chiapas, 300 kilómetros de peligros

La Prensa Gráfica, Gonzalo Egremy, 01-08-2007

El sur de México es una zona poblaba de peligros para los indocumentados que transitan por allí en ruta hacia los Estados Unidos.

A pocos kilómetros de cruzar el río Suchiate, que divide a México de Guatemala, los migrantes que siguen la tradicional ruta al norte por las vías del tren enfrentan el primero de por lo menos 30 lugares en la costa de Chiapas en donde pueden ser víctimas de la delincuencia.

En octubre de 2005, el huracán Stan dañó la red ferroviaria del sur de México, por lo que los cientos de indocumentados que ingresan diariamente a ese país se ven obligados en su mayoría a caminar los aproximadamente 300 kilómetros desde Ciudad Hidalgo hacia Arriaga para abordar el tren.

Arriaga se ha convertido en el nuevo Tapachula, los migrantes tienen que llegar a Arriaga a tomar el tren para el norte, y el recorrido ya de por sí era peligroso, explica el padre Heyman Vásquez, coordinador diocesano de la Pastoral de Movilidad Humana de la Diócesis de Tapachula.

El primer punto peligroso por donde cruzan los migrantes es el llamado El Silencio, que se ubica entre Ciudad Hidalgo y la parada Cahoacán, expone el coordinador del Grupo de Protección al Migrante Beta Sur, Francisco Aceves Verdugo.

El siguiente escenario delictivo de alta peligrosidad, según el funcionario, es La Gravera, por donde se internan para evitar la vigilancia policiaca de la caseta migratoria El Manguito, en el municipio de Tuxtla Chico.

Luego de sortear los peligros anteriores, o haber sido víctimas de robo y lesiones, las mujeres, niños, jóvenes y adultos centroamericanos, en su mayoría, arriban a la periferia de Tapachula para continuar caminando sobre lo que queda de las vías del tren.

En este municipio los indocumentados vuelven a padecer del terror impuesto por los grupos de delincuentes, que operan en las inmediaciones de la zona de tolerancia llamada Las Huacas, en lado surponiente por las vías férreas. Luego, más adelante, en la colonia Viva México, y después atrás de los depósitos de gas Metropolitano.

Pero los sitios verdadera y altamente peligrosos para todo migrante son los identificados como Montecristo y La Arrocera, parte baja y alta, en el municipio de Huixtla, por donde se internan para evadir la caseta migratoria El Hueyate, indica Aceves.

Y es que la orografía de la zona en donde se ubica la vigilancia policíaca de El Hueyate se asemeja a un embudo por donde forzosamente tienen que llegar los migrantes que hayan recorrido a pie unos 70 kilómetros desde el río Suchiate siguiendo las vías del tren, o viajado por la carretera en transporte público.

La Premio Nacional de Derechos Humanos 2004, Olga Sánchez, afirmó que la casa del migrante Jesús El Buen Pastor ha atendido en los últimos años a casi 10,000 hermanos de Honduras, Guatemala, El Salvador, Nicaragua y otras nacionalidades, muchos de ellos con heridas producidas por delincuentes.

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