“Lo declarado por el abogado Alonso Peña de que el barco de Salvamento Marítimo abordó y rompió el cayuco es falso, tendencioso y malintencionado”, valoró ayer en rueda de prensa el máximo responsable de la seguridad marítima y el salvamento en la provincia, Antonio Padrón y Santiago, quien anunció que se está estudiando adoptar medidas judiciales contra el letrado.

El capitán marítimo arremetió en su comparecencia ante los medios contra el abogado de oficio tinerfeño que ha hecho público el testimonio de algunos de los supervivientes del naufragio, a quienes entrevistó en el Centro de Internamiento de Inmigrantes de Hoya Fría. Tal y como está recogido en grabaciones, los inmigrantes declararon que el cayuco fue golpeado por la embarcación de salvamento, lo que, al parecer, hizo zozobrar la embarcación.

Una versión que contradice la oficial dada en su día por Salvamento Marítimo y por la Delegación del Gobierno en Canarias, según la cual fue una gran ola la que desestabilizó al cayuco, lo que unido al nerviosismo de los irregulares, puestos en pie, les hizo caer de la embarcación.

Antonio Padrón y Santiago reiteró ayer la versión oficial al sostuvo que la embarcación de Salvamento Marítimo “nunca llegó a tocar al cayuco”, frente a la realizada por los supervivientes del naufragio, que consideró “contradictoria e interesada y no sabemos con qué promesas o consecuencias futuras”. De lo que se deduce que el abogado habría alentado a los inmigrantes a realizar esas declaraciones.

Por el contrario, el capitán marítimo aseguró que “hay testigos de cuando estas personas declararon”, cuando llegaron al puerto de Los Cristianos, que contradicen la versión dada por el abogado, y aseguró que también Cruz Roja la niega, aunque el letrado aseguró que esta ONG respaldaba lo dicho por los supervivientes a su llegada.

Según Salvamento Marítimo, “primero se aproximó al cayuco en apuros un remolcador que no pudo proceder al rescate y que les informó de que llegaría otro. Este último, ante el oleaje existente, se dispone para evitarlo y pone focos para iluminar a los que iban a ser rescatados. Algunos se ponen de pie, el cayuco pierde estabilidad y vuelca”.

“Ésta es la versión oficial y lo que pasó”, sentenció ayer el capitán marítimo, quien añadió, en referencia clara al abogado de oficio, que “no se puede jugar con declaraciones y con los sentimientos de los inmigrantes” en este “caso trágico”. Enfatizó además que el personal de la embarcación que presenció el malogrado rescate está necesitando apoyo psicológico para encajar lo que fue la pérdida de 88 vidas humanas.

Detalló también que los irregulares ya tenían problemas con los motores, y explicó que un cayuco al que le falta propulsión es más fácil que no pueda atravesar las olas y que vuelque. Aunque admitió: “Algunos consiguen llegar y otros se pierden” en el mar.

Según explicó, citando al jefe de la operación, “habría que haber dado un primer cabo al cayuco, pero ni siquiera dio tiempo” y reiteró que “ninguno de los países europeos tiene nuestra pericia”.

A destajo

Preguntado por la labor de Salvamento Marítimo en estas últimas fechas, Antonio Padrón y Santiago afirmó que “estamos trabajando a destajo, pero no sólo por los cayucos”, ya que ayer mismo habían rescatado un pesquero a la deriva.

Y si bien se cuestionó si son suficientes los medios con los que cuentan, valoró que “lo que estamos buscando es muy difícil de encontrar, con olas que hacen además que los cayucos no se vean. Por eso llegan muchos por sus propios medios”, reconoció. A Salvamento Marítimo le falta por rastrear para el rescate un millón de kilómetros cuadrados de mar.