Denuncian a la Policía Municipal de Pamplona por varias agresiones

Efectivos policiales disolvían una pelea y, según los testigos, una agente golpeó a la víctima más grave en la nuca

Diario de Noticias, 01-08-2007

pamplona. Los familiares de María Antonia Amador Jiménez, una mujer de etnia gitana de 52 años que permanece en la UCI del Hospital de Navarra desde que el pasado viernes sufriera una hemorragia de tronco cerebral tras los altercados que se vivieron entre la Policía Municipal de Pamplona y unas treinta personas en el barrio de la Rochapea, tienen previsto interponer hoy una denuncia en los juzgados de la capital navarra contra los policías que resulten autores de las lesiones que sufren tanto ella, como su marido y su hijo. Según concretó el portavoz de la familia, José Jiménez Jiménez, en el caso de su cuñada fue “una agente quien le golpeó en la nuca”.

José explica que el pasado viernes todos los hermanos se reunieron para merendar y preparar la boda de una sobrina: “A las once y pico de la noche, cuando regresaban mi hermano Paulino, de 53 años, junto a su mujer, su hijo Miguel Ángel, la esposa de éste y la niña de ambos a su casa vieron un tumulto cerca del portal donde vive una de sus hijas”, por lo que Paulino decidió acercarse para ver qué sucedía. “Los municipales tenían esposado a un conocido y les dijo que no le pegasen, puesto que ya lo tenían sujeto y cargaron contra él”, relató José. A continuación, “al ver que estaban golpeando a su marido se metió mi cuñada en medio”. José refiere la declaración de un testigo, según la cual, “una agente le pegó en la nuca a María Antonia con una porra” dejándola “un poco inconsciente” y cuando le iba propinar otro golpe el “chaval lo evitó cogiendo el arma”. En esta línea, incidió en que la salud de su cuñada era “muy frágil”, ya que fue trasplantada de riñón hace dos años: “Si un niño le sopla la tira al suelo”, ilustró, por lo que consideró “desproporcionada” la medida.

Unos metros más atrás, caminaba Miguel Ángel, de 30 años y que padece una disfunción sensitiva en su lado izquierdo. Al ver la escena se acercó a defender a sus progenitores. Los tres resultaron heridos. Paulino y Miguel Ángel sufrieron diversos traumatismos y erosiones. Ambos fueron detenidos y tras pernoctar en dependencias municipales pasaron a declarar ante el juez, quien el sábado decretó su libertad provisional.

Sin embargo, la peor parada fue María Antonia. Después de los hechos se dirigió junto a dos familiares a las dependencias de la Policía Municipal para interponer una denuncia, pero los agentes “no le dejaron”, señaló José. Por ello, acudió a la comisaría del Cuerpo Nacional de Policía, donde “cuando empezó a declarar comenzó a encontrarse mal”, indicó José. Éste se quejó también de que cuando llegaron a Urgencias del Hospital Virgen del Camino la seguridad del centro y varios policías les echaron “dejando a mi cuñada hora y media sola”. Desde ese día, María Antonia permanece “muy grave” en la UCI del Hospital de Navarra con un traumatismo craneoencefálico y un derrame cerebral.

José Jiménez, quien mantiene que “hay racismo”, confiesa que la familia está “destrozada”: “No puedes hacer nada salvo creer en la Justicia, que paguen los que hayan hecho esto y no porque sean policías salgan indemnes”. En esta línea, agregó que “no saben el daño que pueden producir”. No obstante, ellos no van a cejar en su empeño por “hacer justicia”: “Somos una familia muy humilde, trabajadora, pero todo el dinero que tenemos lo vamos a gastar en abogados, no vamos a parar hasta el final”, concluyó. De hecho, esta mañana tienen previsto interponer una denuncia contra la Policía Municipal, ante la imposibilidad de identificar a los agentes concretos que causaron las lesiones a María Antonia, Paulino y Miguel Ángel, por lo que consideran un derroche de “violencia y agresividad injustificada”.

Por otro lado, desde NaBai han solicitado al área de Protección Ciudadana y a la Policía Municipal la información que hay sobre el caso ante la gravedad de la situación. >m.p.m.

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