Manlleu activa el plan de convivencia

El Periodico, PERE PRATDESABA, 30-07-2007

LA LEY DE BARRIOS del Govern se ha traducido en la comarca de Osona en la puesta en marcha de dos grandes proyectos: uno en Manlleu, en el barrio del Erm, y otro en Vic, en los barrios del sur de la ciudad. Las dos apuestas pretender solucionar los problemas sociales y urbanísticos de unas zonas marcadas en los últimos años por un fuerte incremento de la población inmigrante. De momento, y a la espera de las grandes obras urbanísticas, se han iniciado los programas de carácter social.

El barrio del Erm de Manlleu se construyó en los años 1960 para albergar a los primeros inmigrantes del país. Con el tiempo, la zona se ha degradado y ha sufrido problemas de convivencia, coincidiendo con las nuevas oleadas migratorias.
La intervención integral en el barrio, aprobada en la primera convocatoria de la ley de barrios del 2004, consta de 50 actuaciones y un presupuesto de 17 millones de euros. El proyecto incluye dos líneas de actuación: las mejoras urbanísticas y un plan de convivencia que aglutina el conjunto de propuestas de carácter social.
El barrio cuenta con el casal cívico Frederica Montseny, estrenado el año pasado (el primer equipamiento de Catalunya de la ley de barrios). Pero la grandes obras previstas en el proyecto están aún en fase inicial y se ejecutarán en los próximos años: el derribo de Can Garcia, con 256 pisos, y la reubicación de las familias en viviendas públicas, la construcción de un mercado y la rehabilitación de 300 pisos, entre otras. Mientras, Manlleu se ha volcado en el plan de convivencia, presentado en junio del 2006.
“Este plan se caracteriza por su carácter transversal y por la implicación de todas las áreas municipales, las asociaciones del barrio y empresas”, afirma el alcalde, Pere Prat (ERC).

Itinerarios
Además del asesoramiento particular para la mejora de la convivencia, el plan contempla medidas de prevención de la exclusión social, la potenciación de la educación y la inserción laboral, “con itinerarios personales para la mejora del trabajo y la formación”, dice Betlem Parés, gerente del Institut de Desenvolupament de l’Erm.
“No queremos solo aparejadores y arquitectos, sino también un equipo social que trabaje puerta a puerta”, explica Parés. Para ello, se han formado educadores de calle, un dinamizador y una brigada con alumnos de la escuela taller.

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