Migración sigue ausente de debate presidencial
La Prensa Gráfica, , 25-07-2007Los candidatos hacen esfuerzos por ganarse las simpatías de los votantes hispanos, la principal minoría en Estados Unidos.
Los aspirantes presidenciales del Partido Demócrata se enfrentaron el lunes por la noche en un nuevo debate en el que una vez más el tema migratorio fue dejado a un lado, algo que contrasta con las campañas de los precandidatos, incluso republicanos, que buscan ganar la simpatía del voto hispano.
En el debate, la única pregunta sobre el problema candente de la inmigración ilegal cuestionaba si la cobertura médica universal propuesta por algunos candidatos se extendería a indocumentados. No hubo respuesta.
Sin embargo, un día antes, los principales candidatos demócratas, los senadores Hillary Clinton y Barak Obama, habían hablado en la conferencia anual del Consejo Nacional de La Raza buscando ganarse la simpatía de la comunidad hispana.
Las plataformas son muy similares: los dos precandidatos presidenciales demócratas son partidarios de buscar la manera de legalizar a los indocumentados, mejorar la seguridad en la frontera y brindar atención médica y educación preescolar a todos.
Los 44.3 millones de personas que forman la comunidad hispana hacen que se le preste más importancia que nunca a este sector de la población. Así, la mayoría de los aspirantes ha hecho o trata de hacer sus pininos en español.
El republicano Mitt Romney, ex gobernador de Massachusetts y quien durante su período como funcionario luchó contra la inmigración indocumentada, destacó los valores familiares y religiosos de los latinos.
Según Romney, quien vivió un escándalo luego de que se conoció que había contratado a inmigrantes indocumentados para trabajar en su jardín, consideró que la política migratoria de Estados Unidos debería abrir las puertas a personas que llegan aquí con este tipo de valores.
La política migratoria también fue criticada recientemente por la senadora Clinton y en una entrevista publicada en el diario angelino La Opinión criticó con dureza las últimas redadas policiales contra inmigrantes ilegales, una acción en la que ve fines políticos. Es una política muy malintencionada para lograr objetivos políticos, dijo.
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