En Tapachula, 21 mil mujeres de CA son víctimas de explotación sexual

El Universal, José Meléndez, 24-07-2007

SAN JOSÉ. Más de 21 mil centroamericanas son prostituidas en burdeles, casas clandestinas y bares de Tapachula, México.

Un gran número de jóvenes de El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua son vendidas a unos 200 dólares, cada una, y son usadas en la explotación sexual y en actividades diversas en otras zonas de territorio mexicano, como albañilería, comercio ambulante y seleccionadoras de basura.

Los datos son parte de un informe difundido ayer en Guatemala, denominado Fin de la Prostitución Infantil, la Pornografía y el Tráfico de Niños con Fines Sexuales (Ecpat, por sus siglas en inglés), una organización internacional que combate la explotación sexual infantil y tiene presencia en más de 70 países.

Tras ser llevadas a Tapachula, las mujeres son redistribuidas a localidades en Veracruz, Distrito Federal, Tamaulipas, Oaxaca, Guerrero, Michoacán, Jalisco, Nayarit, Sonora y Sinaloa, que sirven de escalas previas antes de proseguir viaje a Estados Unidos, según Ecpat. 58% de las víctimas son guatemaltecas y el resto son salvadoreñas y hondureñas, de acuerdo con el estudio, que determinó que sólo en Tapachula hay mil 552 bares y burdeles en los que laboran.

La representante de Ecpat en Guatemala, María Eugenia Villarreal, confirmó que la investigación determinó que mujeres con edades que oscilan entre 8 y 14 años son engañadas y trasladadas a la frontera mexicano – guatemalteca, para ser negociadas y vendidas en un monto máximo de 200 dólares, cada una, aunque a veces el pago es de apenas 100 dólares.

Consultada por EL UNIVERSAL, la guatemalteca Nidia Aguilar, defensora de la niñez de la Procuraduría de Derechos Humanos de Guatemala, recalcó que hay gran número de adolescentes centroamericanas explotadas sexualmente en Tapachula.

Autoridades mexicanas y guatemaltecas estamos preparando un operativo sorpresa en Tapachula, donde las adolescentes están en bares, prostíbulos y casas cerradas. Los traficantes les quitan pasaportes y demás documentos y ellas sufren la explotación sexual en pornografía, en prostitución, en trata de personas en general, recalcó.

El informe estableció que 45% de las mujeres sufrieron abuso sexual desde antes de cumplir 12 años de edad y que 98% tiene entre 15 y 17 años de edad. La clientela, agregó Villarreal, son mayoritariamente mexicanos y extranjeros de todas las edades, con inadecuado manejo de su sexualidad y con cultura machista.

Las mujeres, añadió, no sólo son prostituidas en el sur de México, sino que algunas son compradas para que laboren en el mercado mexicano del servicio doméstico, comercio, agricultura, construcción, mendicidad o para seleccionar basura.

Empujados por la miseria, decenas de miles de centroamericanos emigran cada año, vía México, a Estados Unidos, en busca de empleo y progreso, pero muchos quedan atrapados en suelo mexicano en redes de explotación sexual y laboral. El negocio de la trata de personas, según las fuentes, crece sin castigo judicial. El Ministerio Público de Guatemala recibió sólo 85 denuncias de trata de personas desde enero de 2006, mientras persisten vacíos jurídicos. Por temor las jóvenes evitan denunciar su situación.

SAN JOSÉ. Más de 21 mil centroamericanas son prostituidas en burdeles, casas clandestinas y bares de Tapachula, México.

Un gran número de jóvenes de El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua son vendidas a unos 200 dólares, cada una, y son usadas en la explotación sexual y en actividades diversas en otras zonas de territorio mexicano, como albañilería, comercio ambulante y seleccionadoras de basura.

Los datos son parte de un informe difundido ayer en Guatemala, denominado Fin de la Prostitución Infantil, la Pornografía y el Tráfico de Niños con Fines Sexuales (Ecpat, por sus siglas en inglés), una organización internacional que combate la explotación sexual infantil y tiene presencia en más de 70 países.

Tras ser llevadas a Tapachula, las mujeres son redistribuidas a localidades en Veracruz, Distrito Federal, Tamaulipas, Oaxaca, Guerrero, Michoacán, Jalisco, Nayarit, Sonora y Sinaloa, que sirven de escalas previas antes de proseguir viaje a Estados Unidos, según Ecpat. 58% de las víctimas son guatemaltecas y el resto son salvadoreñas y hondureñas, de acuerdo con el estudio, que determinó que sólo en Tapachula hay mil 552 bares y burdeles en los que laboran.

La representante de Ecpat en Guatemala, María Eugenia Villarreal, confirmó que la investigación determinó que mujeres con edades que oscilan entre 8 y 14 años son engañadas y trasladadas a la frontera mexicano – guatemalteca, para ser negociadas y vendidas en un monto máximo de 200 dólares, cada una, aunque a veces el pago es de apenas 100 dólares.

Consultada por EL UNIVERSAL, la guatemalteca Nidia Aguilar, defensora de la niñez de la Procuraduría de Derechos Humanos de Guatemala, recalcó que hay gran número de adolescentes centroamericanas explotadas sexualmente en Tapachula.

Autoridades mexicanas y guatemaltecas estamos preparando un operativo sorpresa en Tapachula, donde las adolescentes están en bares, prostíbulos y casas cerradas. Los traficantes les quitan pasaportes y demás documentos y ellas sufren la explotación sexual en pornografía, en prostitución, en trata de personas en general, recalcó.

El informe estableció que 45% de las mujeres sufrieron abuso sexual desde antes de cumplir 12 años de edad y que 98% tiene entre 15 y 17 años de edad. La clientela, agregó Villarreal, son mayoritariamente mexicanos y extranjeros de todas las edades, con inadecuado manejo de su sexualidad y con cultura machista.

Las mujeres, añadió, no sólo son prostituidas en el sur de México, sino que algunas son compradas para que laboren en el mercado mexicano del servicio doméstico, comercio, agricultura, construcción, mendicidad o para seleccionar basura.

Empujados por la miseria, decenas de miles de centroamericanos emigran cada año, vía México, a Estados Unidos, en busca de empleo y progreso, pero muchos quedan atrapados en suelo mexicano en redes de explotación sexual y laboral. El negocio de la trata de personas, según las fuentes, crece sin castigo judicial. El Ministerio Público de Guatemala recibió sólo 85 denuncias de trata de personas desde enero de 2006, mientras persisten vacíos jurídicos. Por temor las jóvenes evitan denunciar su situación.

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