Este es uno de los principales problemas por los que las personas no denuncian a los traficantes de indocumentados cuando fallan en su tarea de llevar a sus familiares a EUA.

Ludmila Aguirre, directora de Gestión Humanitaria y Atención a los Emigrantes, afirma de manera contundente que denunciar a una persona por la desaparición de otra que fue llevaba hacia otro país es una decisión personal.

La denuncia ante las autoridades judiciales es personal, son los ofendidos los que hacen la denuncia, declara.

Sin embargo, ese es uno de los principales problemas para la investigación de estos casos por parte de las autoridades.

El problema en realidad es que la gente piensa que es un favor que les hizo el coyote, y por otra parte, lo primero que (el traficante) hace es atemorizar a los familiares de las víctimas y a la misma víctima, explica Carlos Velásquez, jefe de la unidad de trata y tráfico de personas de la Fiscalía General de la República.

Eso en parte explica la diferencia de casos conocidos este año por las autoridades judiciales 14 y los conocidos por el Ministerio de Relaciones Exteriores 223.

Pero en este delito de tráfico y trata de personas hay una salvedad. Este es un delito que nosotros tenemos que seguir de oficio, tiene que haber una denuncia pública o que ha salido a la luz o en su defecto los familiares, agrega.

Así de los 14 casos conocidos a la fecha, tres de ellos se siguen tras las publicaciones en los medios de comunicación.

Sin embargo, destaca la importancia de la colaboración de los parientes, porque ellas tuvieron un contacto con la víctima antes de que fuera trasladada por el coyote.

El temor de los parientes para denunciar no es el único problema en la investigación, ya que otro problema es que por el tipo de delito el coyote no tiene un domicilio fijo y además no se cuenta con la víctima.