CARTAS
¿Hasta cuándo los cayucos?
La Verdad, , 24-07-2007Huyen de países totalitarios, pero, en esa retirada, dejan todo lo que más ansían, todo lo que tienen: una identidad, un arraigo sentimental, una vida…
Les venden el engaño de una mejor existencia, y ellos, cándidos, compran el billete de llegada al infierno de lo desconocido (si conocieran a «sus» enemigos, tal vez podrían defenderse). Sabemos que miles de ellos mueren antes de llegar a nuestras costas. Y los que entran, comienzan, en general, a soportar una inhumanidad que no difiere mucho de aquella que esquivaron.
La inmigración incontrolada ha de acabar ya. Las mafias que se lucran gracias a estos seres desdichados, han de ser perseguidas sin tregua, hasta que concluya, para todos los que abandonaron la vigilia del sufrimiento, el sueño (sólo el sueño) de un mundo mejor más allá de sus fronteras.
Sencillamente porque no hay mejor mundo al otro lado de un mundo deshumanizado. Al menos, sí pueden evitarse las muertes diarias por el naufragio de muchas de sus embarcaciones, y las asechanzas de sus verdugos, los que les prometen un edén que se halla en el fondo del mar: difícilmente allí pueden resucitar.
Manuel Castellanos Plaza
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