Unas 150 personas cavaron el viernes un túnel simbólico ante un centro de detención de inmigrantes sin papeles próximo a Bruselas para pedir la puesta en libertad de una niña ecuatoriana de 11 años y su madre, que permanecen allí retenidas y con una orden de expulsión desde hace dos semanas.

El portavoz de la Unión de Defensa de los Sin Papeles (UDEP), Gerardo Cornejo, afirmó que se trata de «un caso inhumano», en cuya protesta tomaron parte «unos 50 inmigrantes latinoamericanos y un buen número de ciudadanos belgas». En la manifestación también participaron varias asociaciones defensoras de los inmigrantes, miembros del Partido Socialista francófono y del ecologista Ecolo.

La niña ecuatoriana, Angélica Cajamarca, de 11 años, y su madre, Ana Elizabeth Cajamarca Arízaga, permanecen internadas y con una orden de expulsión desde hace dos semanas, cuando fueron detenidas por haber residido irregularmente en Bélgica desde el pasado año 2003.

Ambas denunciaron estar encerradas «como criminales», tal y como dijo la pequeña en una carta que remitió a los medios de comunicación del país el pasado lunes, en la que denunciaba su encierro y decía sentir «miedo» por la expulsión.

El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, visitó el miércoles a la madre y a su hija en el centro de expulsión de Bélgica. Correa, que visitó a su familia política – su mujer es belga – , se entrevistó y brindó su apoyo a las dos detenidas. Asimismo pidió a la embajada de Ecuador en Bruselas tramitar la situación de las dos ecuatorianas.

La niña pide no ser expulsada del país, porque Bélgica es «su casa», en la que estudia y donde tiene a su padre y a sus amigos.

Durante la protesta, y sirviéndose de una cuchara, cada uno de los asistentes simularon cavar un túnel para devolver la libertad a la pequeña y a su madre.