Nunca se conocerá el número de personas que han perdido la vida en el océano Atlántico cuando intentaban alcanzar un futuro mejor. En el puerto de Tenerife algunas fuentes decían ayer que en los últimos días han partido diez cayucos de distintos puntos del litoral de Senegal y sólo han llegado cuatro.

¿Dónde están los seis restantes? ¿Han variado el rumbo y se encuentran en alguna costa a la espera de mejor tiempo de navegación? ¿Son algunos de los interceptados por las autoridades marroquíes en los últimos días? Preguntas sin respuestas, porque en toda la costa mauritana y marroquí existen muchos puntos deshabitados que son propicios para buscar refugio y esperar el momento más propicio para dar el salto al continente europeo. En las últimas horas se ha desmantelado una red especializada en la organización de traslado ilegal de inmigrantes hacia Canarias. Han sido detenidas tres personas, dos de ellas de nacionalidad mauritana, mientras se busca a otros dos mauritanos y dos marroquíes como presuntos miembros de la organización.

Rescates y detenciones

Además, el fin de semana pasado la Marina Real de Marruecos rescató a veinte subsaharianos que estaban a bordo de una embarcación en dificultades frente a la altura de El Aaiún. Y antes de todo esto, el 22 de junio, la gendarmería real marroquí había detenido a 37 personas que pretendían emigrar ilegalmente a las Canarias. Un día antes, otras 34 personas también fueron interceptadas al norte de El Aaiún cuando intentaban llegar a las islas en una embarcación artesanal. Y hace poco más de un mes las autoridades marroquíes informaron de la detención de otros ocho subsaharianos, a los que se acusó de inmigración clandestina. Pero la catástrofe humanitaria más grave de la última década tuvo lugar en diciembre de 2006, cuando al menos 102 personas murieron ahogadas o por inanición durante una travesía frustrada a Canarias.