El principal imán de Madrid dice que muchos menores inmigrantes son "bombas listas para explotar"

La Vanguardia, - ARANJUEZ. Redacción y agencias, 19-07-2007

El imán del Centro Cultural Islámico de Madrid, Monair Mahmoud Ali el Messery, alertó ayer de que muchos menores inmigrantes no acompañados que residen en España pueden ser una “bomba lista para explotar en cualquier sitio”. Una referencia que coincide totalmente con el análisis de los especialistas en extremismo islámico de la Seguridad del Estado y que concuerda con la experiencia judicial habida en España sobre el origen de muchos integristas violentos.

Fuentes de la Audiencia Nacional recuerdan a este respecto que los integrantes de las células lideradas por Mohamed Achraf, detenido en noviembre del 2004 por planificar la voladura de la Audiencia Nacional, provenían de jóvenes presos comunes musulmanes que, sin gran formación religiosa, Achraf sedujo fácilmente para su causa suicida.

“Son jóvenes listos para aceptar cualquier idea, terreno fértil para sembrar cualquier tipo de extremismo”, admitió el imán, que explicó que desde la mezquita que dirige en Madrid intentan orientar a estos jóvenes “en el terreno de ideas”, y distribuyen ayuda a 300 familias, aunque reclamó que el Estado se ocupe de “la parte económica” del cuidado de estos jóvenes.

Para El Messery, muchos jóvenes musulmanes que residen en Europa “son como ciegos que tienen a un tuerto entre ellos y no tienen una referencia”, ya que muchos imanes que predican en países europeos “no están cualificados”, lo que puede resultar “muy peligroso”. En su opinión, “la mayoría de los musulmanes que viven en España tienen nivel económico y cultural bajo”. Sobre este punto, los aludidos especialistas recuerdan a La Vanguardia que los líderes extremistas que captan a estos jóvenes suelen ser la otra cara de la moneda que describe el imán. Los fundadores de Al Qaeda, cultos y de gran formación, los médicos implicados en los últimos atentados de Londres o el caso de Mohamed Atta, el jefe del comando que atacó EE. UU. en septiembre del 2001, son un ejemplo de que el extremismo islamista se nutre de dos niveles culturales casi opuestos.

Para el imán, “uno de los motivos del terror, el más importante, es que la gente que predica no es sabia y se ha permitido que algunos hablen en nombre del islam siendo ignorantes”, dijo durante su intervención, en su mayor parte en árabe, en el curso Inmigración: convivencia y modelos de integración,que se imparte en la Universidad Rey Juan Carlos I de Aranjuez.

Como remedio para “atajar el problema del terrorismo”, planteó que los “sabios religiosos” hablen a los jóvenes sobre “la crisis actual, no de cosas lejanas, y de la realidad del terrorismo”. También subrayó la necesidad de “preparar a imanes cualificados”, es decir, más sabios.

El imán de Madrid defendió que “el hombre y la mujer no tienen diferencias, sino un mismo nivel” y dijo que la mujer sufre desigualdades porque en algunos países musulmanes “no se entiende bien el islam” y perviven “malas tradiciones”. Por otra parte, abogó por no obligar a las mujeres musulmanas a tocarse con el velo y defendió la libertad para llevarlo “por amor a su religión, no por la amenaza de nadie”.

El Messery dedicó buena parte de su intervención al diálogo entre Occidente y el mundo islámico que, a su juicio, no puede dar frutos si una parte sólo quiere ganar.

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