La sección quinta de la Audiencia Provincial de Murcia, con sede en Cartagena, inició ayer el juicio contra dos mujeres y un hombre para los que el fiscal pide 32 años de prisión por su implicación en el secuestro con fines sexuales de una joven rumana, ocurrido hace un año en el club de alterne Victoria de Molinos Marfagones.

La principal acusada Elena G., también de nacionalidad rumana, su hermana Constantia C. y el portero del club de alterne Antonio Z. prestaron ayer declaración y negaron que la denunciante hubiese estado encerrada en una vivienda primero, y en una habitación del propio club, después.

Las dos mujeres aseguraron que su compatriota había viajado voluntariamente a Cartagena para prostituirse, mientras que el portero del club negó que en algún momento se impidiese a la joven la libre entrada y salida de las instalaciones del citado hotel de citas.

La mujer de 20 años, que en la actualidad se encuentra en Rumania, denunció ante la Comisaría que había sido retenida contra su voluntad y obligada a prostituirse por esas tres personas. La chica llegó a la Policía tras lograr escaparse durante un descuido de sus presuntos captores, a finales de mayo del pasado año. Le obligaron a ejercer a la prostitución para poder así pagar los 7.000 euros que le exigían para ponerla en libertad.

El fiscal acusa a las dos mujeres de un delito de detención ilegal y de otro de obligar al ejercicio de la prostitución, y pide para cada una doce años de cárcel, mientras que para Antonio Z. solicita penas que suman ocho años de prisión por los mismos delitos.