Ceuta teme una ola de menores de Marruecos a pesar de las repatriaciones El Gobierno de Juan José Vivas cree que existe un «riesgo importante» tras encontrar en la Ciudad Autónoma un menor dos días después de ser expulsado de Alicante

ABC, 18-07-2007

CARMEN ECHARRI

CEUTA. El Gobierno ceutí teme que se produzca un efecto llamada y la ciudad termine recibiendo decenas de menores marroquíes a los que no pueda

garantizar la acogida prevista. La acumulación de un centenar de expedientes de repatriación demuestra la imposibilidad que tiene el gobierno local de reagrupar a los menores extranjeros que están acogidos en el centro La Esperanza, al no existir consulado que se encargue de atender estos casos.

«De momento acumular los expedientes es lo único que podemos hacer porque el consulado de Algeciras no admite los procedentes de Ceuta y, aunque estamos haciendo gestiones para que deba admitirlos a través de la Junta de Andalucía, no somos nada optimistas al respecto porque ya existen antecedentes de intentos similares que se han saldado con la negativa de la Junta», manifestó el responsable del Área de Menores de la Ciudad Autónoma, Juan Hernández.

La ciudad considera que existe un «riesgo importante» de que los menores extranjeros lleguen en masa a una Ceuta en la que, saben, no se les puede expulsar. El caso de un chico que llegó el pasado lunes a la ciudad autónoma procedente de Tánger tras ser reagrupado desde Alicante se presenta como ejemplo de lo que podría llegar a suceder en la ciudad.

Llegó en taxi

Este joven marroquí fue repatriado el pasado sábado desde Alicante a Tánger, después de que las autoridades localizaran a su familia. Sólo 48 horas después, el menor apareció en Ceuta, manifestando en su declaración policial que había llegado en taxi desde su ciudad de origen entrando en Ceuta por la frontera del Tarajal.

Fuentes consultadas por ABC apuntan que estos menores acostumbran a pedir dinero en el barco de regreso a Tánger, con el propósito el emprender de nuevo camino a la Península. Al llegar a su ciudad, poco tardan en coger un taxi que les lleve hacia la frontera que separa Ceuta de Marruecos.

Casos como el narrado son, según el Gobierno ceutí, un claro ejemplo del interés que tienen los menores y sus propias familias de permanecer en España. «Hay que tener en cuenta que la información que manejamos nosotros sobre la imposibilidad de repatriar a los menores también la tienen ellos de manera que existe un riesgo importante de que comiencen a llegar en masa al conocer que desde aquí no los podemos expulsar», dice Hernández.

El único centro de acogida que funciona en Ceuta, el de la Esperanza, acoge a un centenar de menores marroquíes, estando con dicha ocupación al máximo de su capacidad.

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