Los agentes investigaban una trama mafiosa cuando se toparon con la misiva firmada por el subdelegado del Gobierno en Barcelona Una carta de recomendación fue la pieza clave que llevó a la Policía a unir dos investigaciones, aparentemente desligadas, y ahora ha llevado a la detención del ex subdelegado de Gobierno Eduard Planells por presuntos delitos cometidos en el ejercicio de su cargo para beneficiar a miembros de la mafia georgiana.

La controvertida misiva, cuyo contenido adelantó EL MUNDO, lleva fecha de mayo de 2001, y el propio Planells ha asumido su autoría. Se trata de una recomendación en favor de Malchas Tetruashvili, considerado por los investigadores el lugarteniente de Tariel Oniani, uno de los presuntos capos de la mafia georgiana de ámbito internacional.

El empresario georgiano había pedido a Planells que mediara para que la embajada española en Moscú no pusiera reparos a la tramitación de permisos para trabajadores rusos, con la idea de emplearlos en sus negocios en Cataluña.

Planells era el máximo responsable de Extranjería en Barcelona en el momento de firmar la carta, lo que vino a abonar las sospechas que ya se habían extendido sobre la Subdelegación de Gobierno acerca de extrañas regularizaciones, demasiado rápidas, de ciudadanos extranjeros con una importante capacidad económica.

Al margen de estas sospechas, que llevaron a la Guardia Civil a empezar, en 2003, la investigación de las presuntas irregularidades, otra indagación policial en paralelo llevó a la detención, en junio de 2005, de 28 capos de la mafia ruso – georgiana, por pertenecer a una presunta banda de blanqueo de dinero con implantación en la costa española.

Fuentes de la investigación refieren que el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) también abrió una investigación acerca de la extraña llamada que les hizo Planells el día antes de la detención de los capos georgianos para conocer los detalles de la redada.

La operación Avispa, como fue denominada esta actuación, se realizó en dos etapas y supuso el mayor golpe policial, hasta el momento, a la mafia rusa en Europa. La red blanqueaba, al parecer, dinero de secuestros y otras actividades ilícitas de su país a través de la compra de cadenas de restaurantes y bares, además de otras inversiones inmobiliarias.

Es en el marco de estas investigaciones policiales, con escuchas telefónicas y registros domiciliarios, cuando la Policía da con Malchas Tetruashvili, en la actualidad en libertad bajo fianza. El imputado, que posee un imperio económico en distintos locales de restauración del centro de Barcelona, había sido sometido en 2002 a un proceso administrativo por parte de la Inspección de Trabajo, que concluyó con la imposición de importantes sanciones económicas, que el empresario satisfizo escrupulosamente.

En poder de Tetruashivili se halló la carta de recomendación, y el cruce de pesquisas dio con el nombre de Planells. Fuentes de la investigación apuntaban ayer que, sin saberlo, al ex subdelegado de Gobierno de Cataluña le habían interceptado conversaciones, al ser el interlocutor del presunto capo mafioso, y las diligencias judiciales abiertas en la Audiencia Nacional cuentan con una pieza secreta que, según las fuentes jurídicas consultadas, debe contener las diligencias e indicios practicados que habrían llevado a la detención de Planells y otras cuatro personas.

En verano de 2005, la Audiencia Nacional resolvió en un auto que podía haber «implicaciones políticas» en la trama mafiosa, si bien no se volvió a mentar esta posibilidad en las actuaciones posteriores que no están bajo secreto.

APOYO#LA INVESTIGACION DE EL MUNDOPublicado el 20 de septiembre de 2006. «Investigan al subdelegado de Gobierno en Barcelona por dar ‘papeles’ a mafiosos rusos».

Publicado el 21 de septiembre de 2006. «El subdelegado del Gobierno en Barcelona firmó una carta de recomendación a favor del ‘capo’ mafioso».

Publicado el 28 de septiembre de 2006. «Eduard Planells llamó al CNI y preguntó por los mafiosos rusos un día antes de su detención».