Manuel Manrique, representante del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) para Guatemala, consideró que los resultados de la encuesta sobre lo que piensan los adolescentes revela el multicolor estado de ánimo de los entrevistados, que raya en el pesimismo y la desesperanza en torno a su futuro.

El entrevistado opinó que el estudio es una voz de alarma que debe ser escuchada por los partidos políticos y los candidatos presidenciales.

¿Qué reflejan los resultados de la encuesta?

Es muy reveladora sobre lo que piensan y sienten los adolescentes con relación a los aspectos fundamentales de su existencia y sus preocupaciones.

¿Por ejemplo?

Les preocupa continuar con sus estudios, y la violencia en el país; les disgusta la estrechez de su vivienda y la pobreza. Les molestan los pleitos y las discusiones familiares, el alcohol y la falta de servicios. Tienen insatisfacciones en la familia y en la comunidad donde viven, y se imaginan que la solución a los problemas es irse del país.

El estudio destaca que creen que Guatemala ofrece oportunidades a los jóvenes, entonces, ¿por qué quieren emigrar?

Lo dicen, y también afirman que están satisfechos con las áreas verdes y espacios de esparcimiento que existen en sus comunidades. En ambos casos creo que la respuesta no está tan ajustada a la verdad.

La expresión, el deseo de querer irse es muy fuerte. Ahí hay una intencionalidad: quiero hacer eso. Si hay una beca, si saben que pueden terminar sus estudios o entrar a la universidad, no dirían que ya no quieren estar en Guatemala. El irse está relacionado con la inexistencia de oportunidades reales para su vida.

¿Qué opina de la falta de interés que manifiestan hacia la política?

Creen en la idea de que la política es un espacio donde hay que actuar, pero no aprecian ni valoran la participación partidaria. La expresión concreta de la política es algo que no está incorporado a su entendimiento.

No participarían en política, pero sí están dispuestos a trabajar por una causa humanitaria.

¿Qué percibe de esta aparente contradicción?

Eso habla de un estado de ánimo multicolor, donde hay expresiones vivas como éstas, de solidaridad, y todas las otras tonalidades: el desencanto por la violencia, la percepción de que la violencia está en la calle o la forma de pensar sobre la eliminación de los mareros.

Es alarmante que opinen así, pero lo hacen porque les preocupa y los atemoriza la violencia.

¿No le parece una respuesta extrema?

Contestar que están de acuerdo con la limpieza social los unifica con lo opinión de los adultos.

Como estos jóvenes viven en familia, hay temas que comparten, y uno de ellos es que con la eliminación física de los pandilleros se resuelve el problema de inseguridad, lo que resulta altamente preocupante.

¿Es una voz de alerta?

Sí, es una llamada de atención hacia ellos.

La encuesta nos permite comprender cuáles son los focos de alarma para que la sociedad y el Estado respondan a los mensajes que están enviando.

Futuro político: El voto del 2011

Los presidenciables deben elaborar un plan dedicado a los adolescentes.

La encuesta saca a relucir las opiniones de un segmento de guatemaltecos a los que no se les presta atención específica.

Esta es la generación que va a votar por primera vez en el 2011. Según Manrique, hay que tomar en cuenta sus apreciaciones para elaborar políticas públicas.

El estudio envía mensaje a muchos sectores, a la familia, organizaciones diversas y al Estado. Cada uno debe tomar la parte que le corresponde y trabajar por ello.