Correa se niega a dar una tregua en sus ataques

El Universo, 15-07-2007

El presidente de la República, Rafael Correa, dijo en Milán (Italia) no estar enterado de  la censura del ministro de Economía, Ricardo Patiño, porque “no  me interesa lo que haga el Congreso, o deje de hacer. Es una condecoración adicional para Patiño que hoy está más que nunca ratificado en el Gobierno, es un aliciente que un Congreso como el que tenemos tan mediocre, tan corrupto, tan decadente, censure a uno de nuestros ministros”.

Con esa respuesta finalizó  su cadena radial de los sábados, en la que por estar en el exterior se centró en los temas que conciernen a los ecuatorianos migrantes, como la designación de cónsules. El compromiso del Gobierno es llenar esas dependencias  donde hay alta migración y migración reciente con gente de la propia localidad.

En el espacio también abordó otros temas: dolarización y su relación con los medios.

 “La dolarización convirtió al Ecuador en uno de los países más caros de América Latina, pero hemos dicho que en estos cuatro años no saldremos, porque eso nos puede provocar una guerra civil. Pero nos está quebrando (…) Ha sido un fracaso”, indicó.

 Una de las participantes tras elogiarlo le dijo que “un gran negociador debe negociar  con su peor enemigo: el ego que siempre quiere tener la razón, la razón  le dará la historia; usted está haciendo muy bien su trabajo, por qué no negociar con el cuarto poder (medios) haciendo  una tregua”.

La respuesta de Correa fue que la mayoría de los medios de comunicación representan a poderes, que  “de los seis canales nacionales, cinco son propiedad de la banca, ustedes creen que nos van a apoyar”. Y que  “no estoy dispuesto a negociar con nadie,  peor si esa negociación implica claudicar en los  principios”. Según él, los medios “se han creído un poder intocable, hay algunos que son independientes pero tienen un gran espíritu de cuerpo, ellos pueden atacar a todo el mundo, pero nunca ser atacados, entonces hay algunos que están contra nosotros porque el Presidente ha osado llamarlos mediocres o corruptos”, y los llamará así “hasta que sigan siendo mediocres y corruptos”.

Aseguró que les ha ganado la batalla de credibilidad porque la gente le cree más a él, y  pidió a los migrantes que “cuando se cansen de las porquerías que publican los medios de comunicación del país llamen a sus familiares y sabrán la verdad de lo que está sucediendo:  entrando a una verdadera democracia, distribución del ingreso, reactivando la economía… ”.

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