Reporte desde Madrid sobre el viaje del Presidente
El Universo, , 14-07-2007Me encuentro en Madrid por asuntos profesionales, ya que he venido a cubrir el viaje presidencial. Por lo tanto, cero farra, cero cachondeo, cero jarana. Solo trabajo y más trabajo. He aquí mi primer reporte sobre la atareada agenda que cumple el economista Rafael Correa Delgado en esta capital y otras ciudades de España, donde ha concurrido a varias reuniones oficiales y encuentros con ecuatorianos residentes en este maravilloso país.
Regalo al rey Juan Carlos
Concluida su visita al rey Juan Carlos y su consorte Sofía, su Majestad (no Juan Carlos, sino Rafael) obsequió al Rey de España una camisa exactamente igual a las que el Mandatario ecuatoriano usa cotidianamente.
–Gracias –dijo a secas el Rey cuando Correa se la presentó. Luego, ante el asombro de los comunicadores que cubríamos el acto, el Rey entregó la camisa a su mayordomo en voz alta y con estas palabras:
–Mira vos qué hacéis con este horroroso adefesio.
La Casa de la Jota
Ayer el Presidente se desplazó a Aragón, atendiendo una invitación de compatriotas residentes en esta comunidad autónoma española. Allí hizo turismo y visitó la Casa de la Jota, un espléndido museo que rinde homenaje al tradicional baile originario de esta región.
Durante el recorrido, el director del museo le preguntó al Presidente:
–Su Excelencia, ¿tenéis vosotros en Ecuador una casa del pasillo, así como esta, de la Jota?
A lo que Correa respondió:
–No exactamente, pero le cuento que mi gobierno está construyendo la Casa de la V, para el periodismo.
El director del museo dijo entonces:
–Os felicito, veo que su Excelencia es hombre que respeta profundamente a la prensa.
Ante el inmerecido halago, Correa se sonrojó y cambió rápidamente de tema.
Con los ecuatorianos
En el muelle de Barcelona, el Presidente se reunió con miles de compatriotas convocados mediante anuncios en diarios locales. Frente a la multitud, Correa habló desde una tarima ubicada junto al mástil del buque Guayas y se refirió a la unidad familiar, tan resquebrajada por culpa de la emigración, y exhortó a los inmigrantes a regresar al país lo más pronto posible.
–En Ecuador –dijo– estamos construyendo el Socialismo Siglo XXI. Pronto la patria será un verdadero paraíso…
–Señor Presidente –lo interrumpió entonces una humilde mujer que relató que mientras vivía en Ecuador ni siquiera tenía para llenar los biberones de sus tres hijos–, ¿me garantiza usted que mis niños no volverán a sufrir?
–Por supuesto –dijo el Presidente–, y le reitero: Ecuador es ya un paraíso.
–Ojalá –dijo la mujer– porque sin tetas no hay paraíso.
En la Real Academia de la Lengua
Correa Delgado acudió ayer en la tarde a una audiencia especial ante los 37 miembros de número de la Real Academia de la Lengua Española, donde habló durante 45 minutos sobre su propuesta para una nueva acepción de la palabra horrorosa, que, según el Mandatario, significa malcriada.
Ante la ceñuda mirada de los académicos, Correa terminó su disertación con términos admonitorios: “Si ustedes no acogen esta proposición, ordenaré que todos los diccionarios que circulan en mi país contengan la definición que me he permitido sugerir, porque, señores, el idioma español ya es de todos”.
No obstante semejante indelicadeza, al final de la sesión el excelentísimo José Luis Sampedro Sáez, a nombre de la Real Academia, impuso al presidente Correa la Medalla de Honor a la Redundancia por su frase “bestias salvajes”, puesto que bestia es sinónimo de salvaje y viceversa y viceversa.
Con Rodríguez Zapatero
Pocas horas antes del cierre de este reporte, Correa se reunió en el Palacio de La Moncloa con el presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, a quien el Presidente ecuatoriano le solicitó emprender en una nueva regularización para los inmigrantes indocumentados.
Como la respuesta de Rodríguez Zapatero fue “Sensibilidad sí, pero con la Ley en la mano”, Correa salió decepcionado de la cita y minutos después, en rueda de prensa, cuando inquirido sobre el resultado de su gestión, dijo:
–Vale, vale, Rodríguez Zapatero vale, vale…
–¿Vale qué? –preguntaron los periodistas.
–Vale V. –aclaró nuestro ilustre y juicioso Presidente.
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