400 inmigrantes aclaman con canciones y bailes tradicionales al presidente del país, Rafael Correa, en su visita a Valencia Entre gritos de ‘‘Viva Ecuador’’, ‘‘Viva España’’ y ‘‘Viva Valencia’’, unas 400 personas recibieron ayer en el aeropuerto de Manises al presidente Rafael Correa, que realiza una visita relámpago a la Comunitat.


Correa fue acogido con diversas actuaciones de música y folclore ecuatorianos, además de grupos de danzas típicas. El presidente acompañó el ritmo con palmas e incluso bailó y cantó una canción revolucionaria alusiva al Che Guevara. Además, se mezcló con la gente para estrechar sus manos.


La asocición de Alicante Américamanta (‘‘Somos de América’’), con atuendos típicos de la serranía ecuatoriana, y el grupo Kory Kurmi, que tocó los sanjuanitos ‘‘Hallarás’’ y ‘‘Ñucallajta’’, amenizaron, junto con otros grupos, la aclamación de Correa como ‘‘paladín de los pobres’’. Entre los asistentes se encontraba Luis Giovani Palate, hermano de Carlos Alonso Palate, vecino de Valencia asesinado por ETA en Barajas.


Entre las diferentes pancartas destacaba una con el lema ‘‘Mano dura contra la corrupción. Por un país sin pobreza. Los inmigrantes te apoyan’’. Otro cartel rezaba la frase ‘‘Al inmigrante ten presente’’.


Correa fue recibido en España por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y por el Rey, don Juan Carlos de Borbón. Ayer, tras aterrizar en Valencia, el máximo mandatario ecuatoriano fue tratado como si estuviera en su natal Guayaquil.


Buena parte de los ecuatorianos que recibieron al presidente en el aeropuerto de Manises se habían trasladado en varios autobuses desde Valencia (tres de ellos) y de municipios como Massamagrell y Xàbia, según informaron fuentes del Consulado en Valencia.


Tras el multitudinario acto de bienvenida en las instalaciones aeroportuarias, una comitiva motorizada trasladó a Rafael Correa hasta el hotel en el que se alojó en Valencia. Allí se realizó un disparo de fuegos artificiales. Este espectáculo pirotécnico “en honor a la llegada del señor presidente” sirvió, tal y como agregaron desde el Consulado, “como símbolo de hermandad entre los pueblos de Ecuador y Valencia”.


Tras haberse reunido con inmigrantes ecuatorianos en Madrid, Barcelona y Valencia, Correa irá a Milán. En la capital de Lombardía volverá a encontrarse con compatriotas. Después irá a Bélgica, país donde cursó parte de sus estudios y conoció a su esposa. Se prevé que allí se reúna con ella y sus hijos.