Las autoridades del Condado de Prince Williams, en Virginia, aprobaron este martes una medida que niega servicios a los indocumentados y autoriza a la policía a pedirles documentos de inmigración.

Los ocho miembros de la Junta de Supervisores del condado votaron por unanimidad a favor de la resolución que busca reducir el impacto de la inmigración ilegal en esa jurisdicción. El personal del condado tiene desde ayer 90 días para analizar la implementación de la nueva resolución.

La medida autoriza a la policía a revisar la situación migratoria de un detenido por cualquier violación de la ley en caso de que no sea ciudadano o residente legal, y reportarlo a las autoridades de inmigración si verifica que es indocumentado.

Asimismo, permite que otros trabajadores del condado confirmen la situación legal de la persona antes de proporcionarle un servicio.

“Se ha cometido una atrocidad en contra de la comunidad inmigrante. Nos sentimos perseguidos después de la derrota de la reforma migratoria en el Congreso,” dijo Salvador Caballero, a la LA PRENSA GRÁFICA.

“Todo esto significa que ya no podremos ir a parques, clínicas ni bibliotecas sin vivir la amenaza de ser reportados a inmigración, será lamentable”, aseguró.

Además, señaló que diferentes organizaciones comunitarias analizan presentar una demanda legal para revertir la decisión y manifestarán que también están preparando marchas de protesta en contra de la medida.

La resolución refleja las tensiones por el crecimiento de la población hispana en el Condado de Prince William del 10 por ciento en el año 2000, al 20 por ciento en la actualidad.

El Fondo Estadounidense para la Defensa Legal y la Educación (MALDEF) advirtió que la medida podrá originar que funcionarios del condado nieguen a los indocumentados servicios en hospitales y escuelas.

El presidente de MALDEF, John Trasviña, manifestó que la medida originará que el condado de Prince William, sin fondos, capacitación ni experiencia, harán trabajos que ni siquiera el gobierno federal ha logrado hacer efectivamente.

Agregó que la justificación dada por los que apoyan la medida contradice los registros del Condado sobre una disminución consistente de la delincuencia.
El jefe de la policía del Condado de Prince William, Charlie Deane, expresó durante la reunión de este martes su rechazo a restringir servicios de recreación a los indocumentados, al advertir que se incrementará la delincuencia juvenil.

La resolución aprobada fue presentada por el republicano John Stirrup, miembro de la Junta de Supervisores, quien alegó que la inmigración ilegal tiene un impacto negativo en la economía y contribuye en el aumento de la delincuencia.

La organización antiemigrante Help Save Manassas ha indicado que la inmigración ilegal ha contribuido al hacinamiento en escuelas y casas y el aumento de la actividad pandillera.