Los médicos extranjeros pasarán un filtro para ejercer en Catalunya

El Periodico, ÀNGELS GALLARDO, 11-07-2007

Los cuatro colegios de médicos de Catalunya, la Conselleria de Salut y las dos corporaciones que agrupan al centenar de hospitales que conciertan su asistencia con el Servei Català de la Salut, es decir, los máximos rectores del sistema sanitario catalán, han pactado exigir la superación de un curso de adaptación al modelo asistencial catalán a los médicos que lleguen de países del Este de Europa o no pertenezcan a la UE. En los últimos siete años, la red asistencial catalana ha contratado a cerca de 3.000 facultativos procedentes de dichas zonas y la Generalitat tiene previsto ir en busca de especialistas a Polonia, Rumanía e Italia.
Los filtros y requisitos establecidos en Catalunya, y en España, para autorizar que un médico extranjero se incorpore al sistema sanitario público no permiten saber si el facultativo acreditado tiene una formación suficiente y equiparable a los profesionales formados aquí. Esa es la conclusión a la que han llegado los responsables del sistema, que han acordado actuar en consecuencia. La primera edición del curso de adaptación se inicia en septiembre.
La iniciativa, lanzada por el Col.legi Oficial de Metges de Barcelona (COMB), consiste en no contratar, a partir de ahora, a los facultativos extranjeros que no hayan superado esa “introducción” o “curso de bienvenida” al modelo sanitario catalán, lo que, en la práctica, convierte en obligatoria dicha formación.
El curso resume las leyes españolas que aluden a la sanidad, describe los diferentes niveles de la asistencia pública – – primaria y hospitalaria – – e introduce las normas deontológicas por las que se rigen los médicos catalanes. También ofrece pautas de comunicación entre el médico y sus pacientes, y se detiene en la definición de qué es un servicio de urgencias. El programa deja constancia de las dos lenguas en que se expresa la población de Catalunya y recuerda que el médico debe conocerlas.

POCOS ESPECIALISTAS
La legislación española solo exige la homologación del título de licenciado en Medicina para autorizar la colegiación que equivale a un permiso de trabajo, pero ese trámite no analiza los conocimientos ni la experiencia del médico acreditado. Sí se comprueba en profundidad esa formación cuando el facultativo intenta ser homologado como especialista en pediatría, ginecología o cualquier otra.
Según ha comprobado el COMB, la inmensa mayoría de los médicos extranjeros instalados en Catalunya han eludido intentar su homologación como especialistas – – requisito imprescindible para trabajar en un centro público – – pero están contratados en los servicios de urgencias de hospitales comarcales muy necesitados de personal. Muchos han abierto una consulta privada en la que pueden trabajar con su título de licenciado en Medicina.
“Una cosa es demostrar que has seguido unos estudios médicos en tal o cual país, y otra distinta ejercer con una cualificación suficiente – – prosigue Padrós – – . Es evidente que corremos el riesgo de que lleguen médicos cuya preparación no esté a la altura del sistema español de formación de médicos. No es lo mismo el plan de estudios de Argentina que el de Moldavia”. En último extremo, quien contrata puede fijar los requisitos profesionales que considere adecuados, puntualiza Padrós.
Los expertos consideran, de forma mayoritaria, que antes de abrir las puertas a los médicos foráneos debería reordenarse el sistema y, sobre todo, cambiar el concepto que los ciudadanos tienen de los recursos sanitarios. “Hemos difundido la idea de que la sanidad española puede hacerlo todo, sin límites ni esperas, y eso no refleja la realidad”, indica el portavoz del COMB, que apunta la necesidad de “desincentivar” el uso abusivo de los servicios estableciendo algún tipo de copago.

PREOCUPANTE
Josep Abelló, presidente del Consorci Hospitalari de Catalunya, que agrupa a 60 hospitales concertados – – entre ellos el Clínic, Sant Pau y el Mar, de Barcelona – – , no considera que la falta de médicos sea un factor “desesperante” en estos momentos, pero “sí es preocupante”. “Nos hemos equivocado al planificar las necesidades de especialistas, pero la solución no es ir en busca de médicos extranjeros como locos”.
El curso de introducción que deberán superar a partir de ahora los médicos foráneos, admiten ambos, no mejorará la calidad y preparación de los recién llegados. “Solo garantizará que, como mínimo, conocen las reglas del juego del sistema en que van a trabajar”, concluyen.

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