La violencia machista se cobra la vida de otras dos mujeres en Melilla y Murcia

Diario de noticias de Gipuzkoa, 11-07-2007

JUMILLA/MELILLA. Un hombre de 29 años fue arrestado ayer por la tarde en Jumilla (Murcia) por la Policía tras confesar que acababa de degollar a su esposa, de unos 30, con la que tenía dos niñas pequeñas. Por la mañana, otra mujer, de 47 años, fallecía tras ser acuchillada en Melilla por su ex pareja, un marroquí de 65, que acababa de salir de la cárcel tras cumplir una pena de dos años por malos tratos.

En el caso de la víctima de Murcia, el hombre, tras cometer el crimen, telefoneó al 112 para pedir una ambulancia y confesar que acababa de matar a su esposa.

La llamada del agresor, identificado únicamente como David S., de 29 años, fue recibida a las 18.40 horas, y en ella decía a la telefonista que había acuchillado a su mujer y pedía que mandaran una ambulancia.

El servicio de emergencias envió una Unidad Medicalizada de Emergencia, cuyo facultativo nada pudo hacer para salvar la vida de esta mujer, de unos 30 años, que presentaba un profundo corte de arma blanca en el cuello.

El presunto homicida bajó del domicilio llevando en brazos a una de las dos hijas del matrimonio, una pequeña de tres años que lloraba y gritaba desolada “ha matado a la mamá”, según relató un testigo presencial.

La pareja tiene dos niñas pequeñas, las cuales fueron atendidas por psicólogos, enviados al lugar por Protección Civil.

En el caso de Melilla, los hechos se produjeron sobre las 12.00 horas en una céntrica y concurrida calle, cuando el agresor, con un cuchillo de 20 centímetros de hoja, atacó a su ex pareja hasta que le provocó la muerte.

El hombre, sobre el que pesaba una orden de alejamiento, tenía numerosos antecedentes y se encontraba en situación ilegal en España, ya que tras cumplir su condena había sido devuelto a su país de origen. A pesar de los esfuerzos realizados por los efectivos sanitarios que se desplazaron hasta el lugar del suceso, no se pudo hacer nada por salvar la vida de la mujer, también marroquí, pero con permiso de residencia en Melilla.

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