El asesino, de nacionalidad marroquí, fue expulsado de España hace un mes al dejar la cárcel La fallecida había sido advertida y se había refugiado en un piso de acogida para maltratadas Una mujer de origen marroquí falleció ayer en Melilla tras recibir al menos seis puñaladas asestadas por su marido, también marroquí, que acababa de salir de la cárcel de Salamanca tras cumplir dos años de condena por maltratar a su esposa.El agresor, A. S., de 65 años de edad, tenía una orden de alejamiento en vigor. El pasado 9 de junio había salido de la cárcel e inmediatamente había sido expulsado a Marruecos, por lo que se encontraba en la Ciudad Autónoma de forma irregular.El suceso ocurrió a las 12.30 horas en el Polígono, un concurrido lugar con un mercado y varias tiendas comerciales. Allí, el agresor compró un cuchillo de cocina de 20 centímetros y, sin ni siquiera quitarle el precio, se dirigió hacia donde estaba su mujer, A. A., con permiso de residencia en la ciudad, para apuñalarla.Un Guardia Civil de paisano y libre de servicio que paseaba por la zona fue testigo de lo que ocurría e intentó detener al agresor con ayuda de los agentes de la Policía Local, que se encontraban patrullando el lugar y fueron alertados por varios testigos. Lograron reducir al agresor, pero ya era demasiado tarde. La mujer había recibido varias puñaladas, entre ellas una mortal en el cuello. Los servicios del 061 trasladados al lugar del suceso no pudieron hacer nada por reanimarla.Tras la detención del agresor, numerosas personas intentaron apalearlo, por lo que los agentes se vieron obligados a introducirlo en un vehículo policial. Sin embargo, la indignación de los testigos era tal que continuaron en su objetivo de agredir al detenido intentando, incluso, volcar el coche patrulla.Los agentes optaron por trasladarlo a las dependencias de la Jefatura Superior de Policía, donde se le instruyó el correspondiente atestado para su puesta a disposición del Juzgado de Instrucción número 4 de Melilla, encargado de los casos de violencia de género.El consejero de Seguridad Ciudadana, Ramón Antón, aseguró que los familiares de la víctima manifestaron que la mujer había denunciado varias veces por malos tratos al agresor, quien tiene también varios antecedentes penales por otros delitos y había sido expulsado del territorio nacional.La víctima residía en uno de los pisos de acogida del servicio de mujeres maltratadas de Cruz Roja Melilla y sus dos hijos, menores de edad, estaban en dos centros de la Ciudad Autónoma.La Delegación del Gobierno aseguró que los funcionarios de la UPAP (Unidad de Prevención, Asistencia y Protección) de la Jefatura Superior de Policía de Melilla habían advertido cinco días antes a la mujer de la salida de prisión de su cónyuge, por lo que se puso a su disposición todas las medidas posibles para los casos de órdenes de protección y alejamientos por violencia de género.La víctima rechazó el teléfono de emergencia que le había ofrecido la UPAP. No obstante, era visitada por los funcionarios de la Jefatura Superior de Policía de forma periódica y se le había facilitado el número de teléfono del agente encargado de su protección, además del teléfono de emergencia de la Jefatura Superior de Policía (091).El Gobierno de la ciudad ha convocado para hoy una manifestación en señal de repulsa por el asesinato de la mujer. El acto tendrá lugar a las 20.00 horas en las puertas del palacio de la Asamblea melillense, donde se guardará un minuto de silencio.Este es el primer asesinato por violencia doméstica en Melilla en 2007. La ciudad lidera tristemente las estadísticas nacionales en cuanto a denuncias por malos tratos en proporción a su población. En lo que va de año, se han presentado en el Juzgado de Instrucción número 4 un total de 113, de las que 108 tienen una orden de alejamiento.El perfil de las víctimas es mujeres de entre 30 y 50 años, musulmanas, sin papeles y casadas con españoles o residentes en Melilla.@FIRMA:SARA SANZ. Corresponsal