Un muerto y dos heridos graves en tres reyertas en una noche en Madrid
ABC, 09-07-2007CARLOS HIDALGO
MADRID. La noche del sábado al domingo pasados fue muy sangrienta en la capital. En apenas ocho horas, se produjeron tres reyertas, todas con arma blanca, que arrojaron el siguiente saldo: una persona asesinada y otras dos heridas de gravedad en puntos diferentes. La Policía ha detenido a los supuestos autores de los dos ataques que terminaron con heridas graves y busca a la persona que acabó con la vida de un hombre tras una discusión en un bar de copas de Moratalaz.
El suceso más grave, el que terminó en homicidio, fue, cronológicamente, el último en producirse. Ocurrió en torno a las seis de la mañana. A esa hora, después de varias horas ingiriendo alcohol, se produjo una pelea entre dos grupos de personas en el interior de un bar del barrio de Moratalaz.
Discusiones
La víctima, Henry J. Palacios, ecuatoriano, se encontraba con dos amigas en el interior del local. Allí ya se produjeron las primeras discusiones con otras cuatro personas, también de origen suramericano.
Sin embargo, cuando abandonaron el establecimiento, la bronca continuó aún con más virulencia. Hasta el punto de que uno de los clientes del bar sacó un cuchillo y se lo clavó a Henry. Como resultado del ataque, el joven recibió una puñalada en la axila izquierda, directa al corazón. Además, la otra cuchillada le alcanzó la espalda. El joven quedó tendido en plena calle, a la altura del número 30 del Camino de Vinateros. Fue un vecino que pasaba por allí quien encontró tirado a Henry. Inmediatamente, avisó a los servicios de emergencias. A la llegada del Samur, los sanitarios hallaron a la víctima en parada cardiorrespiratoria. Con la finalidad de salvar su vida, decidieron realizarle una toracotomía: abrieron el tórax y detectaron un orificio en el ventrículo izquierdo del corazón, por el que le realizaron un masaje cardíaco. De esta manera, consiguieron devolverle a Henry el pulso espontáneo. En estado crítico, lo trasladaron al Hospital Gregorio Marañón. Sin embargo, cuando el hombre ecuatoriano se encontraba en la mesa de operaciones, en la que perdió muchísima sangre, falleció.
Paralelamente, los agentes del Grupo VI de Homicidios emprendieron la investigación para esclarecer los hechos. Aunque les fue difícil encontrar testigos, puesto que cuando se halló a Henry Javier estaba solo, la Policía consiguió recabar algunos testimonios y ya tiene bien encaminadas las pesquisas, informaron fuentes que investigan el caso. Parece ser que la víctima, aunque no vivía en el barrio, solía acudir a los bares latinos de esa zona y no se descarta el ajuste de cuentas para explicar lo ocurrido.
Ése fue el suceso con las consecuencias más trágicas, pero no el único. Horas antes, sobre las diez y media de la noche apareció también tirado en la calle un ciudadano de Costa de Marfil. Según indicaron fuentes policiales, se trata de Yaya Diaquita, de 40 años. Los hechos ocurrieron en la calle de José del Pino Jiménez, a la altura del número 9, ante un locutorio, en el distrito de Villaverde. Según la investigación, el presunto agresor, un ciudadano de origen ruso llamado Rustam Gadaiev, le asaltó en plena calle y lo apuñaló en el estómago. Cuando el Samur llegó al lugar, encontró a la víctima tirada en el suelo, con heridas penetrantes en el abdomen, el tórax y el hombro izquierdo. Fue trasladado en estado muy grave al Hospital Doce de Octubre, donde, al cierre de esta edición, se recuperaba de las heridas.
Fuentes del caso indicaron que el ataque se debe a que el ruso detenido tiene sus facultades mentales alteradas. «Oía voces que me decían que tenía que matar a alguien, matar a ese hombre», declaró a los agentes policiales. Al parecer, víctima y supuesto agresor no se conocían de antes. El ciudadano ruso fue detenido en el mismo lugar del intento de homicidio, donde permaneció hasta la llegada de la Policía.
Agresión en un locutorio
La tercera agresión de gravedad ocurrió en torno a las 23.30. El escenario, en esta ocasión, fue el distrito de Puente de Vallecas, concretamente, la calle de Javier de Miguel, número 27. Allí hay un locutorio, cuyo propietario fue la persona que resultó herida de gravedad. Tanto víctima como presunto agresor, en esta ocasión, sí se conocían, y, según indicaron fuentes de la investigación, la reyerta fue fruto de asuntos personales que existían anteriormente entre ambos. Según los primeros indicios, el marroquí Abderrahim entró en el locutorio y se enzarzó en una discusión con su gerente, Germán Ávila, ecuatoriano, El hombre recibió dos cuchilladas en el tórax. Cuando los sanitarios del Samur llegaron al lugar encontraron a la víctima en la calle, sentada en una silla y consciente. Abderrahim cuando fue detenido llevaba encima el supuesto cuchillo con el que agredió al ecuatoriano y con la ropa llena de sangre.
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