| EFE

Las autoridades detuvieron a diez personas, de nacionalidades colombiana, española y ecuatoriana, miembros de una red que introducía a colombianos de forma ilegal, informó la Dirección General de la Policía y de la Guardia Civil.

La organización delictiva utilizaba el aeropuerto madrileño de Barajas para la entrada ilegal y para este fin, según la fuente, se valía de tres mujeres que trabajaban en la terminal aérea.

Las detenciones se produjeron en Madrid, Alcalá de Henares y en las ciudades vascas de Bilbao y Durango, donde los agentes practicaron diversos registros domiciliarios.

La organización, controlada por el colombiano José Z.A., alias José Alberto, residente en Durango (Vizcaya), y sus familiares, disponía de una amplia infraestructura en Colombia y Madrid y cobraba a los migrantes por entrar en España entre 3.000 y 5.000 euros (4.100 y 6.800 dólares).

Las investigaciones se iniciaron a raíz de las declaraciones de una de las víctimas de la red, cuyos integrantes captaban en Colombia a compatriotas interesados en viajar a España.

El paso ilegal se realizaba en el aeropuerto de Madrid, donde contaban con la connivencia de tres trabajadoras –la colombiana Mónica Marcela G.G., la española María Diana J.O., y la ecuatoriana Ana Lucía C.P.–, que tenían la correspondiente autorización para moverse por las zonas restringidas.

Cuando los migrantes llegaban al aeropuerto eran trasladados a la Terminal 4 (T – 4), en donde esperaban en la sala de tránsito con destino a la ciudad israelí de Tel – Aviv, aunque después eran conducidos al exterior del aeropuerto por lugares no autorizados.