Mª JESÚS LARIOS PROFESORA DE DERECHO
«En determinados proyectos hay que informar más de lo que obliga la ley»
Larios defiende una «mayor labor pedagógica» de las administraciones en las infraestructuras controvertidas
Diario Vasco, , 07-07-2007«Todo el mundo quiere utilizar los móviles, pero nadie quiere las antenas de telefonía cerca de sus casas». La profesora catalana María Jesús Larios explicó ayer en Donostia que la aceptación social de algunas infraestructuras, como las cárceles o los centros de inmigrantes, depende de la labor pedagógica de las administraciones y la implicación del ciudadano en las decisiones municipales.
– ¿Las protestas vecinales tienen cada vez más peso?
– Las protestan vecinales se califican con una palabra del inglés que es NIMBY o not in my back yard (no en mi patio trasero). Y esto quiere decir que algunos ciudadanos ven como una carga determinados equipamientos que afectan al medio ambiente, que puedan afectar a la salud o equipamientos sociales como centros de menores o de inmigrantes. Ante esto los ciudadanos perciben ciertos miedos muchas veces por falta de información, porque no se les ha dado suficiente participación y ellos creen que les va a suponer una disminución de su salud o de su calidad de vida.
– Cierto egoísmo, ¿no?
– Sí, es algo muy propio de la sociedad actual. La gente genera una necesidades del tipo de sociedad industrial y contaminante, por ejemplo todo el mundo quiere y necesita los móviles pero no quieren las antenas al lado de su casa. Por otro lado está el tema social, nadie pone en cuestión la existencia de determinados equipamientos como la cárceles o salas de venopunción para la gente que está en tratamiento de desintoxicación, pero nadie quiere esos sitios a lado de su casa.
– Parece que ese tipo de infraestructuras siempre se ponen en los mismos sitios.
– Hay que ser muy cuidadoso en la planificación de este tipo de equipamientos para que no soporten determinados barrios siempre el mayor coste social. Evidentemente no hay un coste social medible, pero sí una acumulación excesiva.
– ¿Se hace caso a la gente cuando protesta?
– No todos los casos son iguales, a veces se encuentra una solución alternativa y se puede evitar un conflicto social. Pero la planificación de un equipamiento necesario conlleva una fase de estudio del proyecto de mucho tiempo y es difícil cambiarlo. Es muy importante que desde el principio los afectados estén informados y se les permita participar porque los ciudadanos se implican si se les informa y se les hace ver no sólo el coste sino también los beneficios. Por tanto, no puedo decir si se hace caso o no, ya que algunos procedimientos participativos están precisamente para eso es decir, si de la participación ciudadana la administración deriva la necesidad de cambiar una determinada cuestión, ahí está la eficacia de la medida participativa. Que pueda influir, no necesariamente cambiarlo, sino que se modifique algo.
– Lo importante es informar desde el principio del proyecto.
– Claro y algunas veces se hace información pública pero no se hace una tarea que a lo mejor va más allá de lo que exige la ley pero que es necesario hacerlo. Es decir, que todos los ciudadanos conozcan que se está proyectando ese equipamiento y que pueden dar su opinión.
– Da la sensación de que los ciudadanos que no están en asociaciones se quedan al margen.
– El asunto es que la administración a la hora de llevar a cabo los procesos participativos no sólo promueva la participación de las asociaciones, que son muy necesarias pero no las únicas.Quizás alguien no forme parte de ninguna asociación vecinal, pero quiere opinar. Las administraciones tienen que tener en cuenta a todos los vecinos afectados.
– ¿Los políticos están de verdad al servicio de la ciudadanía?
– Los políticos planifican de acuerdo con el interés general, que después se puede estar de acuerdo o no. Los ciudadanos tienen que adoptar una actitud responsable, no considerando que la participación signifique que se tiene que hacer lo que ellos digan, pensando en el interés colectivo y no sólo en el individual. Hay que tener en cuenta que determinados equipamientos son necesarios, nosotros desde el Síndic – una especie de Ararteko en Cataluña – apelamos a la pedagogía, explicando la necesidad de esos equipamientos, apelamos también a que los poderes públicos lleven a cabo esa labor pedagógica, incluso a los medios de comunicación para que en la toma de decisiones todo el mundo esté informado.
– ¿Existen suficientes cauces de participación?
– Sin duda existen cauces, pero deben ser mejorados, ampliados y aplicados mejor. La ciudadanía vota cada cierto tiempo y no es suficiente. Se han de promover medidas de democracia participativa y cuando exista un proyecto que afecte a un determinado ámbito ciudadano, que esos ciudadanos puedan participar.
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