A pesar del fracaso de la reforma migratoria en el Senado de Estados Unidos, el embajador de ese país en México, Antonio Garza, confió en que ésta se alcanzará y se comprometió a trabajar para que las leyes estadounidenses se modifiquen a fin de que quienes viven en la sombra en la Unión Americana puedan salir, ser reconocidos y tratados de manera digna.

Durante su discurso en el homenaje del 231 aniversario de la independencia de Estados Unidos, el diplomático hizo un reconocimiento a los migrantes, especialmente mexicanos, quienes arriesgan su vida para alcanzar sus sueños y oportunidades, y defendió su derecho de ser tratados con respeto.

“La historia de Estados Unidos es prueba viviente de que hay fortaleza en la diversidad. Estados Unidos no llegó a ser la nación que es con el sudor de una sola raza, de una sola religión o de una sola cultura. Involucró a personas de todos los niveles, de todo el mundo”, dijo Garza en su residencia.

El embajador estadounidense consideró que el rechazo de la reforma migratoria en el Senado de EU demuestra claramente que en su país aún hay sectores que no aprecian lo que la nación mexicana hace, así como la profundidad de la relación bilateral México – Estados Unidos.

El diplomático consideró que mientras Estados Unidos y México siguen acercándose más, “hay que tener valor para responder con fuerza ante los retos de este siglo”.

Subraya avances

A la recepción ofrecida en la residencia del embajador asistieron académicos, políticos, diplomáticos y empresarios, entre los que se encontraba el Presidente y Director General de EL UNIVERSAL, licenciado Juan Francisco Ealy Ortiz, acompañado por su esposa, la señora Perla Díaz de Ealy.

Ante el procurador general de la República, Eduardo Medina Mora; los secretarios de Seguridad Pública, Genaro García Luna, y de Salud, José Ángel Córdova Villalobos, quienes asistieron como invitados especiales a la celebración, el embajador Garza subrayó el avance que México ha tenido y dijo:

“Veo un México donde cada uno se sienta seguro en casa; un México que pueda competir con cualquier economía del mundo; un México donde los niños aspiren a un mejor futuro y, sí, un sueño donde uno pueda realizar sus sueños tanto en casa como afuera”.