FERRAN COSCULLUELA
GIRONA

La Audiencia Provincial de Girona inició ayer el juicio de siete jóvenes acusados de pertenecer a una banda de ideología neonazi que agredió brutalmente a varias personas en un bar de la ciudad, en octubre del 2005. En la primera jornada de la vista, que durará tres días, los acusados negaron los hechos y rechazaron formar parte de un grupo skin.
El fiscal, que pide 12 años de cárcel para dos de los acusados y 3 para el resto, afirma que acudieron al bar Sant Félix de Girona “para dar un escarmiento” a personas de ideología antirracista y alternativa que se reunían en el local. Una vez allí, “empezaron a dar patadas y golpes a los clientes de la terraza”.
Uno de los procesados, Iván Noel Lorente, golpeó en la cabeza a un chico, que cayó al suelo, y acto seguido el agresor, junto con otro atacante -Ramon Bru-, le dieron patadas “con botas tipo militar” con la intención de “causarle la muerte”. Como resultado de la agresión, la víctima ingresó en la UCI del Hospital Josep Trueta en estado de crisis epiléptica y con varias fracturas en la cara, de las que tardó 118 días en recuperarse, mientras que otro de los agredidos, Albert Agustí Vila -que también fue pateado en el suelo- tardó tres días en curarse de sus heridas.
Durante la sesión de ayer todos los acusados negaron su participación en los hechos y se desvincularon de la ideología neonazi. No obstante, uno de ellos, Álex Vila Barrios, reconoció que lleva tatuadas las siglas “SS” y que siente “rechazo” hacia algunos inmigrantes de la localidad en la que vive, Salt.