En lo que va de año, el Gobierno ha repatriado a más de 25.000 inmigrantes que habían entrado en España de manera ilegal, y en algunos casos a países a los que hasta ahora nunca se había repatriado, como Senegal, Gambia, Guinea Bissau… Así lo aseguró ayer en la inauguración de las jornadas de la Fundació Grup Set y IESE la secretaria de Estado de Inmigración, Consuelo Rumí. A su juicio, “esa repatriación tiene un efecto pedagógico inmenso porque evidencia un fracaso”.

Insistió en que “hoy se repatria más que nunca” porque al refuerzo mayor de los controles en las vías de entrada de ilegales hay que sumarle los acuerdos y la colaboración de los países de origen. Rumí tachó de “gran lacra” la inmigración ilegal y se mostró partidaria de hacerle frente “sin complejos”.

La secretaria de Estado explicó también que en el 2006 llegaron 200.000 inmigrantes con contrato de trabajo y unos 30.000 ilegales, la mayoría de los cuales fue devuelto a su país de origen. Explicó que el Gobierno está estudiando una línea de reagrupación familiar y su repercusión en el mercado de trabajo para que se establezcan garantías de que las personas que vienen por la vía de la reagrupación familiar tienen “garantías de que su mantenimiento correrá a cargo de los que los reagrupan, no por el Estado”.