El sueño americano a los 105 años

ABC, 02-07-2007

José Temprana nació en Pinar del Río, Cuba, hace 105 años. El pasado viernes juró lealtad a la bandera de Estados Unidos y logró la ciudadanía americana. Era su tercer intento después de pasar 18 años en la cárcel en Cuba, más 12 de arresto domiciliario, acusado de colaboración con la CIA para matar a Fidel Castro, y de llevar 14 años viviendo en Miami. Su tenacidad es digna del protagonista de «El viejo y el mar», el relato de Ernest Hemingway.

Temprana fue en su juventud pescador, como el protagonista de Hemingway que logra una última hazaña conmovedora, enfrentándose solo a la captura de un pez que ya esta más allá de sus fuerzas. Pero el tono trágico de esta historia no va con Temprana, que a su edad, y desplazándose en silla de ruedas motorizada, rebosa ganas de vivir. Ya ha enterrado a dos esposas: la primera falleció de parto del octavo de sus hijos, y la segunda, Dulce, le dejó en 2002. Anda ennoviado con una futurible tercera pero no por eso se priva de mirar descaradamente a todas las que le gustan, informa «The Miami Herald».

Temprana cree que su inmarcesible ilusión erótica es una de las claves de su longevidad. Las otras serían la genética – una abuela suya resistió hasta los 119 años – y una dieta equilibrada: mucho lechón, muchos whiskies y muchos cigarros liados a mano.

Dice bastante de la política de inmigración americana que alguien que presume de haber recibido armas de la CIA para cargarse a Castro, necesite tres intentos para ser aceptado como ciudadano norteamericano. Parece ser que la primera vez hubo un problema de papeleo, y que la segunda vez, Temprana no pasó el escrutinio de su entrevistador. Todo hay que decirlo, no habla un inglés muy fluido. Pero, ¿para qué?, piensa él, a la edad que tiene y andando todo el día de palique con sus compadres cubanos de Miami.

Temprana llegó a Miami en el 93, con un visado de refugiado. Entonces tenía 92 años. Cuando se plantó en los 100, recibió las llaves de la ciudad y la felicitación del gobernador de Florida, Jeb Bush, el hermano del presidente. Temprana juró como nuevo americano vestido con pantalón negro y guayabera blanca. La ocasión no era para menos: aseguró estar cumpliendo un sueño que tuvo desde su infancia, desde mucho antes, incluso, de saber quién era Fidel Castro. El otro gran sueño que le queda, dice, es sobrevivir al comandante. «Me gustaría pagar su funeral», se ofrece.

POR ANNA GRAU

AFP

El cubano José Temprana presta juramento como ciudadano estadounidense

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