Con una ordenada puesta en escena, más de 500 militantes de ERC encuadrados en el Reagrupament.cat (RCat) del exconseller Joan Carretero dejaron ayer la virtualidad de su web. En una sala 2 del Auditori de Barcelona casi llena, Carretero y sus portavoces, Rut Carandell y Jaume Fernàndez, desglosaron por qué presentarán, la próxima semana, los documentos para constituirse como corriente interna en ERC, cuyo reconocimiento oficial puede tardar seis meses. Se postularon como alternativa a la actual dirección republicana, que quieren desligada de los cargos institucionales (según el modelo del PNV), y esbozaron propuestas organizativas y programáticas propias.
Entre reproches y puyas al presidente republicano, Josep Lluís Carod – Rovira; al secretario general, Joan Puigcercós, y al aparato del partido, RCat pidió que ERC vuelva a “la confrontación política con el Estado español” y supedite su discurso, programa y alianzas a una hoja de ruta inequívocamente independentista.

BATALLA ASAMBLEARIA
Así lo defenderá una reglamentista Carandell en el consejo nacional de ERC del 7 de julio, donde forzará una votación sobre un congreso extraordinario. Sabiéndola perdida, RCat dijo que batallará con una ponencia alternativa en la conferencia nacional del 20 octubre, asamblearia pero sin mandato para renovar la dirección.
Con una ovación solo superada por la que recibió el nonagenario expresidente de ERC Heribert Barrera – – acudió invitado como el diputado crítico de Esquerra Independentista Uriel Bertran, el oficialista Carmel Mòdol y Rafael Niubò, enviado de Carod – – , Carretero exigió “priorizar el eje nacional al izquierda – derecha”.
Eso pasa, según Carretero, por “no apoyar en el Congreso a ningún Gobierno que no ponga fin al expolio fiscal”. Y, en el Parlament, por pactar “solo” con quienes apoyen una “declaración favorable al ejercicio de la autodeterminación”. Pero el exconseller, crítico con “las renuncias de CiU”, aclaró que no cuestiona el tripartito; aboga por renegociarlo.
Carretero clamó por “una Catalunya libre, no pura”, en respuesta a una puya de Puigcercós. Y se desmarcó del lema electoral som com som: exhibió orden en lo organizativo y en propuestas que, aún identitarias, no esquivaron lo social.

MOSSOS E INMIGRANTES
Así, tras desacreditar el catalanismo de lluvia fina de Carod y abogar por “politizar la lengua”, el exconseller arrancó aplausos defendiendo “el uso delegado de la fuerza por los Mossos d’Esquadra”. Luego, tras elogiar la política de vivienda del Govern, habló de inmigración “lejos de lo políticamente correcto”. Afirmó que Catalunya “solo” puede aceptar a inmigrantes “que firmen un compromiso con los valores occidentales, la lengua y la cultura catalanas”.
Al final del acto, Barrera y Bertran aplaudieron. Éste felicitó a RCat por su éxito de convocatoria y justificó así relegar el eje social al nacional: “La independencia es la única forma de construir el Estado catalán del bienestar”. No aplaudió Mòdol, presidente del consejo nacional de ERC, que reprochó a Carretero su “demagogia”. Pero vio “sintonía ideológica” entre RCat y la actual dirección para endurecer los postulados de ERC.