La guerra no está perdida: migrantes

El Universal, 30-06-2007

WASHINGTON (Agencias).— La comunidad hispana considera que, aunque la reforma migratoria quedó estancada el jueves por segunda vez en el Senado, “no está todo perdido” y que ahora, más que nunca, hay que trabajar y “recordar el valor del voto hispano”.

Mientras algunos anunciaban boicots en Illinois contra la aplicación del polémico programa 287 – G, por el cual agentes policiales serían entrenados en la detección y detención de indocumentados con antecedentes criminales, así como en el proceso para su deportación, otros insistieron en que los inmigrantes deben seguir luchando en pro de una reforma que permita la legalización de millones de indocumentados.

“Va a ser difícil aprobar la ley migratoria este año en el Senado, pero nosotros tenemos que seguir presionando”, subrayó Flavia Jiménez, analista del Consejo Nacional de La Raza. La importancia de la presión a los legisladores es el punto de encuentro entre la mayoría de las asociaciones de inmigrantes que coincidieron además en que el fracaso de la ley migratoria en el Senado significa “que se ha perdido una batalla, pero no la guerra”. “Dicen que a la tercera va la vencida”, dijo José Lagos, presidente de la Unidad Hondureña.

Pero muchos indocumentados expresaron su frustración por lo ocurrido el jueves. “Realmente no tenemos ningún lugar al que ir”, se quejó Ignacio Caravantes, un inmigrante mexicano que trabaja en Florida como jardinero. “Tenemos nuestra vida construida acá”.

El embajador de Estados Unidos en México, Antonio Garza, expresó su frustración por la decisión del Senado estadounidense.

En declaraciones difundidas por la embajada de EU, Garza consideró que ello muestra la falta de liderazgos políticos y que varios sectores en su país aún no entienden la profundidad y complejidad de la relación entre México y Estados Unidos. (Con información de Natalia Gómez Quintero)

WASHINGTON (Agencias).— La comunidad hispana considera que, aunque la reforma migratoria quedó estancada el jueves por segunda vez en el Senado, “no está todo perdido” y que ahora, más que nunca, hay que trabajar y “recordar el valor del voto hispano”.

Mientras algunos anunciaban boicots en Illinois contra la aplicación del polémico programa 287 – G, por el cual agentes policiales serían entrenados en la detección y detención de indocumentados con antecedentes criminales, así como en el proceso para su deportación, otros insistieron en que los inmigrantes deben seguir luchando en pro de una reforma que permita la legalización de millones de indocumentados.

“Va a ser difícil aprobar la ley migratoria este año en el Senado, pero nosotros tenemos que seguir presionando”, subrayó Flavia Jiménez, analista del Consejo Nacional de La Raza. La importancia de la presión a los legisladores es el punto de encuentro entre la mayoría de las asociaciones de inmigrantes que coincidieron además en que el fracaso de la ley migratoria en el Senado significa “que se ha perdido una batalla, pero no la guerra”. “Dicen que a la tercera va la vencida”, dijo José Lagos, presidente de la Unidad Hondureña.

Pero muchos indocumentados expresaron su frustración por lo ocurrido el jueves. “Realmente no tenemos ningún lugar al que ir”, se quejó Ignacio Caravantes, un inmigrante mexicano que trabaja en Florida como jardinero. “Tenemos nuestra vida construida acá”.

El embajador de Estados Unidos en México, Antonio Garza, expresó su frustración por la decisión del Senado estadounidense.

En declaraciones difundidas por la embajada de EU, Garza consideró que ello muestra la falta de liderazgos políticos y que varios sectores en su país aún no entienden la profundidad y complejidad de la relación entre México y Estados Unidos. (Con información de Natalia Gómez Quintero)

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