No podemos salir corriendo
La Prensa Gráfica, 30-06-2007Las palabras se repiten una y otra vez entre las decenas de jornaleros que llegan a esperar un trabajo en el Centro de Trabajadores de CARECEN, en el centro de Los Ángeles. Y aunque el trabajo en estos días ha aumentado, ayer, un día después de la controversial noticia la desolación reinaba en el lugar. Estamos preocupados por las redadas, tenemos información que oficiales del servicio de inmigración han estado rondando y han hecho detenciones, explicó el salvadoreño Jerónimo Salguero, director del centro.
Pero más allá de que se perdió una oportunidad para obtener un permiso de trabajo, una licencia de conducir o una autorización para reunirse con la familia, la tristeza radica en saber que seguirán siendo perseguidos. Así lo reitera Jacinto Rodríguez, que a sus 55 años quisiera regresar a su casa en La Libertad para dejar atrás esa sensación de angustia que vive al ver un carro de la Policía.
Con eso de que estaban debatiendo la reforma, uno podía defenderse diciendo que iba a estar amparado, pero ahora sí es que nos dejaron desprotegidos, argumenta Rodríguez, quien emigró en 2002 en busca de un mejor futuro para sus ocho hijos.
Pero no hay espacio para desmayar en la lucha. Salguero trata que la fe vuelva a los jornaleros presentes, por ello se dedica a hacer una exposición sobre los procesos políticos y las duras luchas que inmigrantes y minorías raciales han dado en Estados Unidos por sus derechos.
Desde mi cantón yo escuchaba sobre inmigración dijo, a mi tío le costó como 20 años conseguir la tarjeta, y pues al fin lo logró. Será esperar y seguir trabajando porque toca comer.
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