Embajador León dice ya habló con 18 congresistas

Con las cenizas de la reforma migratoria aún tibias, la embajada salvadoreña en Washington asegura que comenzará a corto plazo una estrategia para buscar soluciones legislativas alternativas.

El embajador ante la Casa Blanca René León aseguró que su despacho tiene ya preparado un paquete que incluso fue ya presentado como borrador a 18 congresistas de la Cámara de Representantes estadounidense.

La iniciativa busca por dos caminos diferentes, una es buscar un ajuste técnico de la Ley de Alivio Nicaragüense y Ajuste Centroamericano (NACARA), vigente desde 1997, para ampliar el número de salvadoreños amparados a esa iniciativa, que dio un estatus permanente a salvadoreños, nicaragüenses y haitianos presentes en EUA hasta 1997, como compensación por los procesos bélicos sufridos en Centroamérica y el Caribe en los ochenta y noventa.

Según León, todavía hay cerca de 90,000 salvadoreños que podrían acceder a una regularización vía NACARA y que no lo han hecho. Pero lo que se buscaría con la reforma técnica es que esta legislación abarque también a cerca de 230,000 amparados al estatus de protección temporal (TPS), es decir, mover su fecha de efectividad de 1997 a enero de 2001, cuando fue promulgado.

La otra línea de acción es, según León, buscar legislación a la carta, que retome algunas iniciativas que estaban incluidas dentro de la reforma migratoria.

De hecho, ayer mismo, tras el fracaso del paquete migratorio, personal de apoyo de algunos senadores demócratas no descartaba relanzar por separado algunos programas como el Acta de los Sueños, que beneficiaría a estudiantes de secundaria con promedios sobresalientes, pero en situación de indocumentados. Sin embargo, esta posibilidad fue descartada ayer mismo por el senador republicano Mel Martinez.

León aseguró: Estamos trabajando a partir de dos semanas a partir del receso del 4 de julio, de introducir en la Casa de Representantes y probablemente en el Senado legislación específica que les permita tener una oportunidad de legalización permanente, no solo para los que tienen TPS, sino también para los que no tienen ningún amparo.

Sin embargo, con el fracaso de la reforma migratoria y con un sentimiento triunfalista entre el movimiento antiinmigrante, León aseguró que la lección es que el mecanismo legislativo que se utilizó para aprobar la legislación no fue el mejor, por ello recalcó que el trabajo de cabildeo del Gobierno en adelante no se centrará en los que apoyan en general el tema migratorio, ni con los claramente identificados como antiinmigrantes.