Denon Eskola cree que esta limitación vulnera el derecho de las familias a elegir el centro en el que estudian sus hijos

vitoria. Un total de 13.875 chavales de origen extranjero han cursado este año sus estudios en la comunidad autónoma vasca, de ellos 2.784 lo han hecho en centros alaveses. El porcentaje de alumnado inmigrante supera ya el 5,7% en este territorio, una cifra considerablemente superior a la del resto de Euskadi; a Gipuzkoa casi le dobla (3,1%), mientras que en Bizkaia la tasa se sitúa en el 4,5%.

La diversidad y riqueza cultural que en teoría debería haber traído a las aulas esta nueva realidad se han visto truncadas por un fenómeno hasta ahora desconocido en los colegios alaveses: la creación de guetos. Las familias inmigrantes optan por escolarizar a sus hijos con otros alumnos de su mismo origen y como consecuencia la tasa de estudiantes extranjeros se ha disparado en algunos colegios.

Para frenar situaciones de este tipo, el Departamento vasco de Educación trabaja en la elaboración de un decreto que impediría la escolarización de más de un 30% de inmigrantes por centro. Se trata, en definitiva, de crear un cupo que permita que centros públicos y concertados se repartan por igual el alumnado extranjero.

La idea, sin embargo, se ha topado con el rechazo de padres y profesores. Los primeros consideran que la propuesta que baraja Lakua vulnera el derecho a la libre elección de las familias. Desde Denon Eskola, la federación de agrupa a las AMPA de Álava, se aboga por que Educación permita que los estudiantes, sean inmigrantes o no, puedan matricularse en su centro de referencia, y potenciar así la escuela de barrio. “La escuela tiene que ser el reflejo de la realidad sociocultural del barrio, y si es una zona con una fuerte presencia de inmigrantes eso se tiene que traducir en las aulas”, asegura su portavoz, Santa González.

Quienes sí se muestran partidarios de establecer un cupo en los centros son los docentes, aunque tampoco comparten el planteamiento del Gobierno Vasco, que propone fijarlo en el 30%. “Es un límite insoportable para los colegios”, aseguran profesores de STEE – EILAS, que junto con los sindicatos ELA, LAB y UGT (todos salvo CCOO) plantean a Educación que reduzca esta tasa al 20% en Infantil y Primaria y al 10% en Secundaria. No obstante esta medida, añaden, debe ir acompañada por la dotación de más recursos a los centros. Además, al igual que los padres y madres, los profesores defienden que el alumnado se escolarice en su entorno, es decir, en su mismo barrio.

Pero sin duda es la red concertada la que se encuentra en el punto de mira del departamento que dirige Tontxu Campos en su afán por lograr un mayor reparto de los estudiantes extranjeros, y es que tan sólo el 33% se escolariza en un centro privado, aunque hay excepciones. En los centros que agrupa Kristau Eskola, por ejemplo, casi tres de cada diez alumnos son inmigrantes. Su presidente, Txema Felices, ven con buenos ojos la creación de un cupo, aunque insiste en que el problema es otro: la falta de personal especializado en la atención de alumnos con necesidades educativas especiales, como pueden ser los inmigrantes. “Si quieren que acojamos más alumnos inmigrantes este asunto se debe solucionar de inmediato”, asegura.

En la otra punta de la balanza se encuentran las ikastolas, donde apenas se matriculan alumnos no comunitarios. Ellas serán las que más noten el decreto que se encuentra elaborando Educación; además, cuentan con el problema añadido del euskera. “Creemos que es necesario regular el número de alumnos que acepta cada centro, pero nos parece una tasa muy elevada”, señala su presidente, Joseba Aginagalde.