No cabe duda de que Rafael Blasco forma parte de los miembros del nuevo Gobierno que representan a la experiencia. Desde el año 1983 el desde ayer Conseller de Inmigración y Ciudadanía ha estado al frente de varias carteras del Consell hasta llegar a la de Sanidad que ahora deja.


El nombre de Blasco se daba por seguro en casi todas las quinielas que han circulado en los últimos días, si bien los destinos en los que se le situaba han sido los más variados. Desde que Camps se decidiría por mantenerle en Sanidad hasta que podría volver a ser conseller de Territorio, cartera que ocupó entre 2003 y 2006.


La posibilidad de que fuese vicepresidente social, por considerar que se ajustaba a su perfil político, ha sido otro de los destinos que se le auguraban. Finalmente, la incógnita se resolvió con una de las sorpresas que el presidente de la Generalitat tenía preparadas.


Una nueva conselleria de marcado carácter social y con gran trascendencia en el momento actual para un hombre con una larga experiencia en departamentos del Gobierno. Hay que tener en cuenta que Blasco ha sido conseller con los presidentes Lerma, Zaplana, Olivas y Camps.


Diana de la oposición

El nuevo conseller de Inmigración y Ciudadanía ha sido una de las mayores dianas de la oposición, dado su pasado político en las filas socialistas. En esa tesitura ha demostrado su capacidad para resolver el cara a cara con el adversario. Esa cualidad puede haber sido uno de los factores que han sumado en la decisión de Camps para seguir contando con él.


El papel de Blasco como coordinador de la campaña electoral para los comicios autonómicos, que finalizó con la rotunda victoria del Partido Popular el pasado 27 de mayo, quizás ha sido otro de los méritos que Francisco Camps ha considerado para mantener a Rafael Blasco como miembro del Consell.


Blasco deja la Conselleria de Sanidad con acuerdos relativos a la mejora salarial del personal sanitario y una constante reivindicación al Gobierno español para resolver los asuntos de la financiación sanitaria de las comunidades autónomas. Deja en marcha también el proyecto, iniciado por su predecesor Vicente Rambla, para la construcción del nuevo Hospital la Fe.


El conseller de Inmigración y Ciudadanía inició su carrera en el Gobierno en el año 1983, en el Consell de Joan Lerma. Desde ese año y hasta 1985 fue Conseller de Presidencia. Entre 1985 y 1989 ocupó la cartera de Obras Públicas, Urbanismo y Transportes.


Ya en el Consell de Eduardo Zaplana, estuvo al frente de la Conselleria de Empleo entre 1999 y 2000. Después fue conseller de Bienestar Social entre los años 2000 y 2003.


La llegada de Francisco Camps a la presidencia de la Generalitat situó a Rafael Blasco al frente de la Conselleria de Territorio y Vivienda, puesto en el que se mantuvo entre 2003 y 2006, para pasar en mayo del año pasado a la Conselleria de Sanidad. Actualmente es diputado en las Cortes Valencianas.