WASHINGTON. - Una propuesta que hubiera obligado a los indocumentados a salir de Estados Unidos para pedir la regularización de su estancia fue rechazada en la Cámara de Senadores, que también descartó una medida que les hubiera negado la posibilidad de obtener residencia legal.

El proyecto de reforma migratoria revitalizado el martes sobrevivió el miércoles a intentos de enmienda que hubieran destruido lo que se considera como un frágil acuerdo, en medio de quejas y denuncias sobre los que adversarios de la legislación calificaron como intentos de acallarlos.

La propuesta de la republicana Kay Bailey Hutchison (Texas) para obligar a los solicitantes de regularización a dejar el país como condición fue derrotada por 53 a 45, como expresión de la división existente entre los legisladores.

Proposiciones “envenenadas” también, como la del demócrata James Webb, que hubiera excluido la posibilidad de legalización a quienes no pudieran probar que estaban aquí antes de 2003 y una del también demócrata Robert Menéndez que hubiera asignado puntos favorables a la inmigración de los familiares de ciudadanos o residentes legales fueron descartadas también.

El Senado discutía las enmiendas en el marco de una fórmula de procedimiento que permitió limitar a 27 el número de enmiendas formales presentadas, aunque cada una de ellas incluye varios puntos sometidos a voto en el curso de la discusión.

El debate y los votos fueron interrumpidos por constantes mociones de inconformidad hechas entre otros por los senadores republicanos David Vitter (Louisiana) y Jim DeMint (Carolina del Sur), pero, a pesar del progreso y los triunfos parciales había una sensación de pesimismo entre los partidarios de una medida considerada como “la mejor posible” en las actuales condiciones políticas estadounidenses.

´Trampas´ a la legislación

La mayoría de las “píldoras envenenadas” han sido rechazadas por votos que expresan un apoyo mayoritario a la legislación pero lejos del mínimo de 60 de los cien senadores necesarios para su aprobación final.

Las objeciones republicanas contribuyeron irónicamente a acelerar el paso de las votaciones y de acuerdo con fuentes legislativas sería factible que un voto para determinar el fin del debate podría ocurrir el jueves y la votación sobre la ley tendría lugar tan pronto como el viernes.

Demócratas expresaron desmayo ante lo que consideraron como “inclinación” a la derecha para tratar de obtener votos de republicanos que han expresado una absoluta divergencia con la propuesta patrocinada por el presidente George W. Bush y que ahora califican como una “ley demócrata”.

Con todo, una propuesta presentada por el demócrata Max Baucus sobre estándares de identificación para empleo no fue rechazada y deberá ser debatida y sometida a voto de nuevo.

El voto alrededor de la enmienda de la senadora Hutchison fue destacado porque era una de las principales “trampas” para una legislación que enfrenta una ruta llena de obstáculos simplemente para quedar como sólo insatisfactoria para izquierdas y derechas.