BILBAO. El Departamento de Educación del Gobierno vasco orientará a las familias inmigrantes a la hora de matricular a sus hijos con el fin de facilitar su reparto de forma más equitativa y evitar la creación de guetos. Ésta es una de las medidas que se adoptarán para conseguir que en ningún centro haya más del 30% de alumnos extranjeros. Un objetivo que, tal y como ya adelantó DEIA en el mes de abril, pretende lograr en el próximo curso el Gobierno vasco.

Según explicó ayer el consejero vasco de Educación, Tontxu Campos, las comisiones de escolarización territoriales propondrán a las familias “los centros que presentan menor porcentaje de alumnado inmigrante”, si bien, precisó, “siempre se respetará su voluntad”.

Asimismo, recordó que “todas las escuelas concertadas o públicas por ley tienen las mismas obligaciones respecto a la escolarización de los alumnos de cualquier tipo” y garantizó que se investigará “cualquier queja que se produzca” por motivos de discriminación.

Campos, quien compareció ayer en la Cámara vasca para responder a una pregunta de la parlamentaria socialista Isabel Celaá sobre la escolarización del alumnado con necesidades educativas específicas, aseguró que la Comunidad Autónoma Vasca “tiene el mejor reparto” de alumnado inmigrante y no inmigrante del Estado.

A pesar de ello, advirtió del riesgo de fragmentación social que puede suponer una concentración elevada de escolares inmigrantes en determinados centros y estimó que por debajo del 30% no hay ningún peligro de ruptura social.

Campos anunció que el próximo curso se aumentará el número de profesores de refuerzo lingüístico de 180 a 250. Además, a los docentes de los centros que presenten una tasa de alumnado inmigrante superior al 30% en educación Primaria y al 20% en Secundaria se les concederá un crédito horario equivalente a la mitad de su jornada laboral “para diseñar un Plan de Integración dirigido a trabajar con el alumnado inmigrante y sus familias”. En este sentido, resaltó que en el currículum vasco contempla que todos los centros, aunque no tengan alumnos inmigrantes, “deben trabajar la multiculturalidad”.