Caso cerrado. Agentes de la Policía Nacional han detenido a cuatro jóvenes, uno de 21 años, O.I.M.B. y tres menores como presuntos autores de la oleada de incendios intencionados que se produjeron durante los últimos meses en Yecla y que han afectado a vehículos, empresas y casas de campo.

Las detenciones son el resultado de las investigaciones policiales, intensificadas durante los últimos dos meses, que se culminaban con la detención el pasado lunes de este grupo de jóvenes, dos de ellos – incluido O.I.M.B – ecuatorianos, un colombiano y un boliviano, vecinos de Yecla – al menos los ecuatorianos – y la localidad alicantina de Villena, que según distintas fuentes no formarían parte de una banda latina.

Según fuentes policiales, la investigación ha determinado que los ahora detenidos cometían los incendios utilizando ropa oscura y pasamontañas, para así evitar ser reconocidos a la hora de perpetrar los hechos y valiéndose de la oscuridad de la noche para tener más impunidad. Hasta el lugar elegido para cometer los delitos se desplazaban en un vehículo conducido por el mayor de edad, el cual carece de permiso de conducir. El combustible que utilizaban para provocar los incendios era extraído del propio vehículo en el cual se desplazaban.

Ayer los tres menores eran puestos a disposición de la Fiscalía de Menores de Murcia y posteriormente han quedado bajo la custodia de sus padres a la espera de posteriores actuaciones judiciales. Por su parte, el único detenido mayor de edad, después de declarar en la Comisaría de Yecla, ayer pasaba a disposición judicial. Después de tomarle declaración, la juez sustituta del juzgado Número 1 de los de Yecla, decretaba la libertad con cargos del detenido, según han confirmado fuentes de su defensa.

18 vehículos quemados

La detención de los presuntos autores de los incendios ha sido recibida como un alivio en Yecla después de esta ciudad que fuera el escenario elegido para cometer unos incendios que, a falta de que la justicia determine la autoría definitivamente de cada uno de ellos, han calcinado 18 vehículos (turismos, camiones, furgonetas), dos empresas, varias casas de campo y otros inmuebles.

La sensación de inseguridad de estos incendios provocó la protesta de representantes municipales, industriales del mueble y transportistas que denunciaron la impunidad con la que se sucedían los ataques. El refuerzo de los cuerpos de seguridad del estado, con agentes especializados en la investigación y otros en la seguridad, ha dado ahora sus frutos después de más de dos meses desde que se cometiera el último de los incendios.