Washington – La reforma migratoria, que regularizaría a millones de indocumentados y reforzaría la seguridad fronteriza, salió ayer del limbo para regresar al pleno del Senado, gracias a un estrecho margen de cuatro votos que autorizó la reanudación del debate.

El controvertido proyecto, bloqueado desde el 7 de junio recién pasado, sobrevivió en el Congreso gracias al apoyo de 64 senadores contra 35, en una votación crucial en la que se requería el apoyo de al menos 60 de los 100 miembros de esa cámara para impedir el fracaso de la reforma.

El estrecho margen deja entrever una férrea pelea en los próximos días en el pleno del Senado, cuyos miembros deben analizar cerca de 30 enmiendas, que podrían romper la frágil mayoría lograda ayer, en caso de ser aceptadas o rechazadas.

Según la agenda fijada por el demócrata Harry Reid, la votación final podría celebrarse el próximo viernes, justo antes del receso del Congreso, por la celebración del Día de la Independencia en EE. UU.

Aunque pase todas esas pruebas, la reforma afronta un tortuoso camino en la Cámara de Representantes, donde sus detractores ya afilan sus navajas.

Puntos principales del proyecto

El proyecto de reforma migratoria para indocumentados que llegaron antes del 2007 a EE. UU. incluye una visa denominada Z, pero deberán probar que tienen empleo y pagar una multa de US$5 mil. Se creará un programa de visas de trabajo temporales, e incluye 18 mil nuevos integrantes para la Patrulla Fronteriza. – AFP, EFE